ESTAMOS EN AÑO BISIESTO! COSAS QUE QUIZAS NO SABIAS


En el siguiente post recopilo información de BBC y ABC, ambos medios que nos hablan sobre Febrero como mes y en el día 29 como curiosidad del mundo. Empecemos, prepárate a disfrutar con la lectura. 


29 de febrero: 5 curiosidades sobre los años bisiestos que quizás no conocías




CalendarioImage copyrightThinkstock
Image captionLos años bisiestos fueron creados para sincronizar nuestros relojes con la Tierra.

365,2422 días. Eso es realmente lo que tarda la Tierra en girar alrededor del Sol.
Pero bajo el actual calendario occidental –introducido a fines del siglo XVI– se estableció que un año constaría de 365 días.
Y la porción restante –de cinco horas, 48 minutos y 46 segundos cada año– se suma para formar un día adicional cada cuatro años, como una forma de mantener nuestros relojes sintonizados con la Tierra y sus estaciones.
Ese día en cuestión se le suma al mes de febrero, que por eso este año tiene 29 días.
Y para celebrar la rara ocasión, en BBC Mundo te compartimos cinco hechos curiosos sobre los años bisiestos.

1. La culpa es del emperador



Julio CésarImage copyrightHulton Archive
Image captionEl año bisiesto fue creado por Julio César en el siglo 1 a.C.

Bajo el gobierno de Julio César en el siglo 1 a.C., se comisionó a los astrónomos la tarea de mejorar el antiguo calendario romano, que tenía 355 días con un mes adicional de 22 días cada dos años.
Se pensaba que el calendario se había quedado irremediablemente fuera de sincronía con las estaciones y por eso se creó el año de 365 días, con un día adicional cada cierto número de años para incorporar las horas adicionales acumuladas.
Fue así que nació el año bisiesto. Y en esos años especiales, el mes de febrero, que originalmente tenía 29 días, pasaba a tener 30.
Pero se cuenta que cuando Augusto se convirtió en el primer emperador del recién establecido Imperio Romano, quiso tener un mes nombrado en su honor con los mismos días que el mes de julio, que honraba a Julio César.
Y en la batalla por los días adicionales el pobre febrero terminó cediéndole un día a agosto.

2. Una oportunidad para las mujeres

Los años bisiestos han sido asociados con todo tipo de rituales y creencias, y algunas están relacionadas con el matrimonio.


PostalImage copyright
Image captionEn el siglo XIX se alentaba a las mujeres a proponer matrimonio a los hombres en tarjetas postales.

En Grecia, por ejemplo, algunas parejas tradicionalmente evitaban casarse en un año bisiesto porque se pensaba que traería mala suerte en el futuro.
Pero en Reino Unido los años bisiestos se conocen sobre todo como aquellos en los que las mujeres pueden proponer matrimonio a los hombres.
La costumbre se popularizó en el siglo XIX, cuando se alentó a las mujeres que realizaran sus proposiciones en tarjetas postales.
La leyenda dice que el santo irlandés San Patricio emitió un decreto en el que otorgaba a las mujeres el derecho a proponer el asunto una vez cada cuatro años.
Otros dicen que fue la reina Margarita de Escocia la que emitió una ley en 1288 que daba a las mujeres solteras la libertad de proponer matrimonio durante un año bisiesto, y el hombre que se rehusara era multado.
Los académicos, sin embargo, no han encontrado evidencia de que existiera dicha ley.

3. Una revolución pendiente

Si recibes un salario cada mes, los años bisiestos son mala noticia para ti.
Técnicamente debes trabajar un día extra sin paga adicional, ya que tu salario anual sigue siendo el mismo en los años que tienen 366 días.


The ProposalImage copyrightTouchstone Pictures Walt Disney Studios.
Image captionSandra Bullock le propone matrimonio a Ryan Reynolds en "The Proposal".

Sin embargo, hay un asunto más complejo detrás de esto, ya que analizar el impacto económico de un año bisiesto es complicado.
Muchos expertos en estadísticas alrededor del mundo usan cifras ajustadas para medir variables económicas, como el PIB, para que los febreros puedan ser comparables.
Así que se considera que febrero tiene 28 días más un cuarto de día cada año, ya sea año bisiesto o no.
Este hecho provocó que una profesora de secundaria en Maryland, EE.UU., lanzara en 2008 la "Revolución para no trabajar en día bisiesto".
La campaña, sin embargo, no se ha materializado para ganar un día adicional de vacaciones en ninguna parte del mundo.

4. Empresarios y benefactores bisiestos

Ha habido otras "revoluciones" más modestas y pequeñas dirigidas por los que abogan por el carpe diem (aprovecha el momento) y desean que la gente haga trabajo voluntario y ayudar a otros en el día adicional que se gana en un año bisiesto.


CalendariosImage copyrightGetty
Image captionAlgunos abogan por "donar" el día bisiesto para ayudar a los demás.

"Dona tu día bisiesto a la caridad", insta el sitio easyfundraising.org y muchos otros similares que existen principalmente en Europa y Estados Unidos.
Hay campañas para que la gente done, participe o reúna fondos para una variedad de causas, desde investigación de cáncer hasta actividades comunitarias.
La clave, sin embargo, como reconocen los mismos grupos de caridad, es que los empresarios acuerden dar a sus trabajadores el 29 de febrero libre. Y sobra decir que no todos están dispuestos.

5. Una fiesta de cumpleaños gratis en Texas

Pero quizás los que tienen más problemas con los años bisiestos son los que nacieron un 29 de febrero.


PastelImage copyrightspl
Image captionLos años bisiestos podrían ser un problema para quienes nacieron un 29 de febrero.

Estas personas sólo pueden celebrar un "cumpleaños apropiado" cada cuatro años. Muchos celebran el 28 de febrero, pero no es lo mismo.
"Cuando era niño era bastante desconcertante. Ahora estoy acostumbrado y me resulta divertido", le dijo a la BBC Dimitrios Michalopoulos.
Actualmente en el mundo hay 4,1 millones de personas que nacieron el 29 de febrero.
La buena noticia es que todos los bebés bisiestos pueden tener un fiesta en la ciudad de Anthony, en Texas, EE.UU.
Esta es la autoproclamada Capital Mundial del Año Bisiesto y realiza un festival de cuatro días durante los años bisiestos que incluye una enorme cena de cumpleaños para los nacidos el 29 de febrero.




Ahora vamos con la nota de ABC

¿Por qué febrero es el mes más corto del año?

Desde hace más de 2.000 años, solo si es bisiesto se aproxima a sus compañeros de calendario

A la vanidad de Octavio Augusto le debe el mes de febrero haber menguado hasta los 28 días actuales -29 en año bisiesto-, según se ha repetido históricamente. En el año 23 a.C. renombró el mes de Sextil delcalendario juliano como Augustus (agosto), tal como se había hecho antes con el mes de Quintil, que había pasado a llamarse Július (julio) en honor a Julio César. No contento con ello y viendo que el mes de su antecesor contaba con un día más que el suyo, le añadió uno que sustrajo a febrero.
De esta versión de los hechos, recogida en infinidad de artículos y libros sobre el origen del calendario, «no existe ninguna prueba arqueológica», señala sin embargo Juan Antonio Belmonte, astrónomo en el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC). En el artículo «Which Equinox?» publicado junto a César González (Incipit, CSIC), Belmonte alude a evidencias arqueológicas que muestran, sin embargo, que agosto ya tenía 31 días cuando el Senado romano aprobó el cambio de nombre.
¿Por qué era entonces febrero el mes más corto del año? «Porque era el último en el calendario romano, cuando diciembre era el décimo, como correspondía», explica.
El año comenzaba el 1 de marzo («martius», de Marte, dios de la guerra) en el primer calendario romano, que originariamente se dividía en solo 10 meses y al que había que intercalar otros adicionales para remediar los desfases con las estaciones. Numa Pompilio, sucesor de Rómulo, intentó solucionar el problema introduciendo dos meses más, enero (Ianarius, dedicado a Jano) y Februarius (el mes de las fiestas «februas» de purificación). El año pasó a tener 354 días, pero de forma ocasional había que incluir un mes más, el mercedinus, en el que se pagaba a la servidumbre y que a menudo era manipulado por intereses políticos y económicos.
Los egipcios «fueron los primeros en desarrollar un calendario de 365 días», basándose posiblemente en sus observaciones del ciclo anual del Sol, mediante la determinación de los solsticios «aunque hay quien defiende que puede tener un origen estelar basado en la repetición del orto heliaco de la estrella Sirio cada 365 días», señala Belmonte. Su calendario era de 360 días, más 5 adicionales que se añadían cada año, al final. «No usaron años bisiestos hasta la ocupación romana de Egipto», añade el astrónomo español.

El calendario juliano

Admirado por los conocimientos egipcios y ante el desfase acumulado de cerca de tres meses al que había llegado el calendario romano, Julio César encargó la elaboración de uno nuevo a Sosígenes de Alejandría. El astrónomo ajustó el calendario a 365 días anuales, repartiendo los 11 días de más entre los meses que pasaron de los 29 y 30 días a los 30 y 31, salvo febrero, que al ser el último se quedó fuera delreparto.
Incluyó un día extra cada 4 años que, siguiendo la tradición romana de los meses intercalados, se fijó entre el 23 y el 24 de febrero. De ahí el nombre de bisiesto, del latín «bis sextus dies ante calendas martii» (seis días antes de marzo). El primer día de cada mes se llamaba el de calendas (que daría origen a la palabra calendario) porque calare significa llamar en latín y ese día se voceaba en las ciudades el inicio del mes.
La implantación del calendario juliano en el 46 a.C. hizo que aquel año durara ¡445 días! Pasó a la historia como «el año de la confusión».
«El calendario juliano supuso una mejora con respecto al egipcio» al incluir los años bisiestos, afirma Belmonte, pero «se abandonó la lógica del calendario egipcio de 12 meses de 30 días más los 5 epagómenos (o 6 en años bisiestos en el Alejandrino), manteniendo el caótico sistema romano de duración de los meses carente de toda lógica, con meses ni siquiera alternos de 31, 30 e incluso 28 días».

Diez días que no existieron

Sosígenes había medido el año en 365,25 días, con un error de 11 minutos y 14 segundos con respecto al año trópico que dura 365,2422 días. Con el trascurso de los siglos el calendario juliano se había desfasado en 10 días que corrigió el Papa Gregorio XIII, aconsejado por el italiano Luigi Lilio y el jesuita Christopher Clavius.
Del 5 de octubre de 1582 se pasó de un plumazo al 15 del mismo mes y año para que los equinoccios volvieran a coincidir con el 21 de marzo y el 23 de septiembre. También se anularon algunos bisiestos de forma que desde entonces un año es bisiesto si es divisible entre 4, excepto si es divisible entre 100 pero no entre 400.
«Hay que corregir esa diferencia de -0,0078 días sustrayendo un bisiesto cada 300 años aproximadamente», explica el astrónomo del Instituto Astrofísico de Canarias. El calendario gregoriano, que acumula un día de desfase cada 3.300 años, «se ajusta razonablemente bien a las estaciones en ciclos muy largos de tiempo», a juicio de Belmonte, «salvo que seguimos con el caos de los meses romanos».

Otras propuestas

No han faltado intentos de repartir los días con más lógica, como el llevado a cabo en la Revolución Francesa con un año similar al egipcio aunque con nuevos nombres. «Fue un fracaso absoluto», señala el experto porque «es muy difícil borrar de un plumazo miles de años de historia y tradición por muy lógico que se sea».
Por eso tampoco augura éxito a la iniciativa del economista Steven H. Hanke y el físico y astrónomo Richard Conn Henry para establecerun calendario idéntico cada año, con meses regulares de 30 días y cuatro más de 31 más un día adicional para mantener la estructura de la semana de 7 días. Tampoco a la propuesta de 13 meses de 28 días todos idénticos con un día del año fuera del cómputo semanal hasta sumar los 365. «Tiene el defecto de no permitir una división por trimestres o cuatrimestres porque el 13 es primo», explica.
Dado que el calendario gregoriano se ha convertido en el calendario mundial de los negocios «no va a haber reforma que pueda con él», estima Belmonte.

Era cristiana









Publicar un comentario

0 Comentarios