LA FACILIDAD DE JUZGAR A LOS DEMÁS SIN ESTAR EN SUS ZAPATOS

Muchas veces somos tan dóciles para hablar, para perpetuar con nuestra boca y sentir, vejámenes en contra de otros, creyendo saberlo todo y creyendo tener la potestad de hacer daño. En muchas ocasiones no medimos lo que decimos y hacemos del juzgar un portento.













Se aseguran cosas que se creen ciertas sin tener la plena convicción de ello. Se abre camino al chisme, al vituperio, al rechazo y al hacer sentir mal a los demás. Tan fácil es criticar a los demás, pero en el escenario publico se busca dar noción de lo políticamente correcto y se propagan filosofías contra el bullying y la discriminación pero igual se siguen practicando. Se predica, pero no se aplica, se da una visión de lo que no es, para entrar en la moda del aprecio y respeto pero se siguen doctrinas tan antiguas como la presencia del hombre en este planeta.



Pensar antes de actuar implica ponerse en el lugar del otro, dar cabida a la duda, a no creer todo y sobre todo a tener empatia, más no lástima, a tener tolerancia y respecto real, a entender que no todos tenemos la misma vida y jamás sabremos a ciencia cierta cada contexto, cada situación, cada experiencia y perspectiva de la vida. En esta vida nadie es perfecto, las apariencias engañan, no siempre tenemos la razón y cada persona merece afecto, ser escuchada y el ya mencionado respeto. 



Juzgar sin saber la verdad es malévolo, es egoísta y es parcial desde todo punto de vista. Lo que creas no necesariamente puede ser la realidad. Hay ocasiones en las que todo apunta a que algo es cierto, más resulta ineludiblemente que era falsedad que a los ojos públicos era concebida como realidad. 


Opinar en contra y juzgar cualquiera puede hacerlo, es sumamente sencillo y fácil, lo difícil es estar en la situación del otro y ver como percibe la vida, como entiende su problema y que decisiones toma.



JUZGAR NUNCA ESTARÁ BIEN, PONERNOS EN LOS ZAPATOS DEL OTRO HARÁ LA GRAN SORPRESA DE ESTA VIDA, DESCUBRIREMOS QUE NO TODO ES LO QUE PARECE Y NADA SE VE IGUAL DESDE ESA OTRA PERSPECTIVA QUE ESTAMOS CONOCIENDO AL SER EL JUZGADO.


Si hablar mal de los demás es fácil, hagamos el movimiento contrario, hablemos bien, hablemos de amor, de paz, siendo empaticos con los demás, siendo luz en vez de oscuridad, propagando respeto, tolerancia y reconociendo que tenemos defectos y no está bien estar señalando a los demás pues hay mucho en nosotros que cambiar, que mejorar y que propicie que seamos mejores personas y nuestro paso por este mundo no sea en vano.
















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