Presente en el texto de Leslie Bethell, Historia de América Latina vol.9 se presenta el capítulo de Hoetink, H.P. a República Dominicana, un agrupado y seleccionado escrito, corto en extensión pero muy amplio en temática y contenido que enfoca su matriz en caracterizar y analizar los procesos sociopolíticos del país y su repercusión en la consolidación de la joven república. El autor destaca casos muy concretos y específicos a través de los cuales se definen los parámetros en los que toma ejecución y práctica diversas aristas de la sociedad dominicana de la época tratada, 1870 - 1930.
Francisco del Rosario Sánchez, Juan Pablo Duarte y Ramón Matias Mella, artífices de la independencia dominicana en 1844. |
El texto parte de la proclamación de la independencia del país y desde allí concentra su atención en analizar cómo desde esta se empiezan a gestar los deseos del nuevo estado. Inicialmente Dominicana buscaba hasta renunciar a su soberanía con tal de obtener protección extranjera de un país desarrollado, este punto se cruza con el de la independencia que se logra. Es curioso analizar casos como cuando las llaves de la capital, Santo Domingo, se dan al presidente de Haití y como por un corto tiempo pareciera que se ve en Haití un referente no muy importante pero si notable. Antes de 20 años de proclamarse independiente por vez segunda R.D. vuelve a someterse a España y permanece así desde 1801 a 1865. Los ideales urbanos de Democracia cívica chocaban con la necesidad de un liderazgo militar para el país según resalta Hoetink. La llegada de Buenaventura Paez, un nuevo caudillo rival a Pedro Santana es notable si se analiza como este llega a ser comandante militar en regiones meridionales y además ocupa la presidencia en 1849. Así inicia en el país una confrontación ideológica y social entre los santanistas y ahora los baecistas. Ambos son los primeros agrupamientos reales de poder en la joven república.
Pedro Santana y Buenaventura Báez |
La amenaza constante que significaba Haití para los intereses del gobierno dominicano de turno fue crucial para la justificación de los deseos de protección militar, económica y política extranjera, poniendo inclusive sobre la mesa la península de Samaná en arriendo o venta, esta península ubicada al noroeste del país contaba con una gran bahía y con cualidades para ser base naval y estación carbonera. Con la llegada del Plan Levasseur, Francia se convertiría en el protector de R.D. Sin embargo la inestabilidad y cantidad de planes como estos desde mitad del Siglo XIX son muestra de la inconsistencia de los mismos. Tanto el oficialismo como la oposición dominicana debatía la viabilidad o no de planes como estos, lo cierto es que los deseos existían y se hacían notar. Además de Francia, Estados Unidos y España eran ahora tenidos en cuenta para la posición de protector. R. Dominicana ofrecía también concesiones económicas, todo esto nos hace percibir una denotada insistencia y miedo por la amenaza del vecino en la española.
Con el paso del tiempo y con la Guerra de restauración (contra la dominación española) respaldada por el Cibao y sus comerciantes de orientación alemana se da la independencia finalmente instaurada en 1865. Con los gastos de la guerra y gobernabilidad, además de la muerte de Santana, el país entra en una crisis política y económica que se calma a finales de 1870. Se da la adulación a Gregorio Luperon como héroe de la Guerra, inicia la dictadura de Ulises Heureaux y se instalan modernas plantaciones de caña de azúcar. Entra una nueva élite al país de financieros y empresarios agrarios en las zonas costeras del sur. El país empieza a percibir una ampliación de su base económica y con el arribo de cubanos a las plantaciones a raíz de la Guerra de lo Diez años se incrementan las dinámicas financieras. Ahora se empieza a exportar café y cacao, esto aumenta los últimos veinte años del siglo y entre 1888 y 1897 las exportaciones azucareras se multiplican por dos, pasando de 400.000 a 800.000 las de cacao también y las de café igualmente.
Con el crecimiento económico se da la apertura de nuevos puertos como: San Pedro de Macorís y Sánchez, además de la consolidación de otros existentes como Puerto Plata y Santo Domingo. Empieza a mermar el miedo contra Haití y llega personal haitiano y de las islas británicas a trabajar en las azucareras. Se da también una mejoría en la infraestructura, se construyen ferrocarriles, puentes, puertos y se fundan nuevas publicaciones, se da un progreso en la administración civil, fuerzas armadas, se crea una pequeña marina de guerra y próspera la vida cultural además de mejorar el sistema educativo. Aunque no acaba si se reduce el regionalismo, primando una política nacional, se ve en las gentes la conciencia de un país como tal. La estirpe y la continuidad de resistencia se convierten en las propulsoras del prestigio social. Aumenta el valor de la tierra, el dinero llega a todos los estratos y el trabajo agrario asalariado se vuelve más común, además de incrementarse la diferenciación artesanal. Se forma una burguesía nacional y más familias ingresan a la élite. Esta misma élite empieza a usar el pretexto de descendencia como criterio de selección, sin embargo se da más movilidad social y entran incluso personas de piel oscura. El ejército empieza a ser visto como un cauce de esta movilidad social, sobre todo para estratos inferiores. Se da una ironía, Heureaux (de piel oscura) debe ahora seguir la normativa de raza como selección. El país adquiere derechos de importación y exportación, se da la separación entre medios privados y públicos, además de préstamos extranjeros como salida financiera a nuevas problemáticas. Estos préstamos ayudaron a Heureaux a disminuir su dependencia de compañías de créditos locales. Heureaux es asesinado en Julio 26 de 1899 en el Cibao.
Harry Shepard Knapp, primer gobernador
militar norteamericano en República
Dominicana. Representaba los interés de
EE.UU.
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