Por: Abimelec Velasquez
Una de las temáticas más interesantes y envolventes de nuestra sociedad,
son claramente aquellas ligadas al campo del tabú y lo no aceptado. Nuestra
Sociedad Occidental se ha levantado con fuertes bases de lo que es permitido y
lo que no. La percepción social aceptada en su mayoría es aquella que cumple
con un cúmulo de preceptos y leyes que guían el buen vivir y el nivel del
status. Una familia debe ser respetable y los miembros de esta, lo logran al
tiempo que siguen una escala de buenas costumbres y lineamientos que les dan un
nivel ante la sociedad. Dentro de la concepción de la familia como el núcleo
social, se dan estructuras que en ocasiones rompen paradigmas y crean
problemáticas. El Siguiente Trabajo contempla el tópico de la Prostitución,
llevado a una época crucial en la historia de la humanidad, la Edad Media. Esta
ha sido sin dudas una profesión que como sabemos, es bien considerada la más
antigua del mundo, pero que, sigue teniendo tabú y rechazo socialmente. Es que
la humillación más grande que se le puede hacer a una mujer es llamarla
prostituta, este agravio constituye toda una razón de enemistad y exclusión que
incluso pueden ser causal de instancias mas fuertes al considerarla una ofensa
grave, sin embargo el tema de este trabajo no se centra en la recepción de las
mujeres a este nombre, si no. La presencia de esta en plena edad media.
La Edad Media constituye una de las etapas de la humanidad más
atrayentes, interesantes y mencionadas por los investigadores, historiadores y
sapientes del tema, esta época significo un momento de grandes cambios y
momentos notables para el período cronológico en el cual se ubico. Durante esta
época diferentes procesos históricos tanto sociales, políticos y económicos
tuvieron lugar. Es quizá por los grandes procesos sociales que esta época es
tan representativa para la humanidad. El Fin del siguiente trabajo es presentar
esta profesión tan polémica en una época muy intensa socialmente basada en
investigaciones personales partiendo de lo llevado a cabo en clase. Presentare
cinco fuentes de bases de datos y un análisis de acuerdo a las temáticas
llevadas en clase. Es Importante resaltar que este trabajo abordara este tema
desde diversos puntos sociales y sectores.
Para iniciar me parece crucial, presentar que el concepto y terminología
de prostitución procede del vocablo
latino, prostituere, que es
literalmente "exhibir para la venta". La prostitución radica en el hecho de tener
relaciones sexuales con personas extrañas para tener un beneficio económico u
otros objetos de valor. Está sobrentendido que el pago se efectúa para adquirir
una gratificación concreta. La prostitución es un servicio que puede ser realizado
por hombres o mujeres a solicitud bien de estos mismos, tiene lugar en las
ciudades de todo el mundo y demuestra ciertas características comunes, sin
embargo el número de prostitutas puede variar considerablemente de una localidad
a otra que se encuentre contigua a ella. Las prostitutas, al igual que en
nuestros días, encubren sus acciones y negocios haciéndolos pasar por casas de
masajes o los anuncian con luces rojas, en la Edad Media (s.XII) los
disimulaban como si se tratara de tabernas, colgando en su puerta un ramo. Por
esa razón, las comadres empezaron a llamarlas “rameras”, un término que les
sonaba más púdico que “prostituta”.
Gemma Nicolás Lazo destaca en su tesis doctoral (La Reglamentación de la
prostitución en el Estado español: Genealogía jurídico-feminista de los
discursos sobre prostitución y sexualidad), que según afirma Salvo Juliano,
definir la prostitución es algo problemático, y que todos los intentos se
encontraran con la complicación que supone los limites de esta institución
social sean muy ambiguos. Menciona que por prostitución se han identificado
muchas actividades de las mujeres, principalmente aquellas que han sido
realizadas con autonomía en incumpliendo las normas del sexo-genero (mujeres
solas, mujeres populares, etc). El concepto de la prostitución es más ligado a
la sexualidad por ser un concepto históricamente creado, variable y mutable.[1]
Además de lo expresado anteriormente, me parece muy importante anotar en
esta parte lo que dicen Lena Edlun y Evelyn Korn, en su gran artitculo “A
Theory of Prostitution” donde mencionan la dificultad de presentar una
concepción de la prostitución como tal, textualmente dicen: Desde la edición de
1969 del Diccionario de Lengua Inglesa de Random House nos enteramos de que la
prostitución es el acto "o la práctica de la participación relaciones
sexuales por dinero. "Pero una prostituta no puede ser simplemente una mujer
que vende su cuerpo, ya que "ella hace lo que todos los días hacen las
mujeres que se convierten en esposas a fin de obtener una vivienda y un medio
de vida.”
Texto Original: Before proceeding, we need to define prostitution.
Despite being known as the oldest profession, a workable definition has proved
elusive. From the 1969 Edition of the Random House Dictionary of the English
Language, we learn that prostitution is the “act or practice of engaging in
sexual intercourse for money.” But a prostitute cannot simply be a woman who
sells her body since “that is done every day by women who become wives in order
to gain a home and a livelihood” (Ellis) (for concurring opinions, see, e.g.,
Engels [1884] and Russell [1929]). Promiscuity has been proposed as another
candidate. Medieval canon lawyer Johannes Teutonicus suggested that a woman who
had sex with more than 23,000 men should be classified as a prostitute, although
40–60 would also do (Bullough and Bullough 1987, p. xi). However, promiscuity
itself does not turn a woman into a prostitute. Although a vast majority of
prostitutes are promiscuous, most people would agree that sleeping around does
not amount to prostitution. Moreover, any threshold number of sexual partners,
be it 40 or 23,000, fails to identify high-end courtesans or call girls as
prostitutes, although a reasonable definition would.[2]
Como sabemos en la Edad Media se dieron grandes transformaciones
sociales que repercutieron aun en las naciones más pequeñas de Europa y por qué
no mencionarlo en todo el mundo. Esta Etapa crucial presenta en sus
profundidades una situación social íntimamente relacionada a las costumbres
sexuales de los individuos, la prostitución en esta etapa de la humanidad se
sumergía en dos puntos, uno donde socialmente era mal visto, pero aceptado y dos, donde aunque no era buen vista era
tomada como una necesidad, pues cumplían un servicio social, de allí que la
prostitución pasase por diversas formas de percepción que podrían cambiar de
acuerdo al punto de vista desde el cual eran miradas.
La Prostitución aunque estaba permitida, era considerada pecado, por ser
fornicación, lo cual, como sabemos era causal de cierto rechazo por algunas
zonas sociales hacia este grupo de mujeres practicantes de tal fin, pero al fin
y al cabo su presencia era vital. (En este punto, es importante señalar que la
prostitución no solo era un acto prestado por las mujeres, sino que además
algunos hombres, exponiéndose a que fuesen maltratados, también lo hacían, pero
en menor proporción.) Así pues, esta era tomada como un “mal necesario” la
iglesia y otros sectores lo mencionan. Se aceptaba que los hombres jóvenes
buscaban tener experiencias sexuales, independientemente de sus opciones, por
lo tanto la prostitución servía como un modo de protección a las mujeres
respetables, de la seducción e inclusive del acto de violación[3].
De las zonas más estudiadas en cuanto a la prostitución en el Medioevo,
se resalta las que se han hecho en
España y el sureste de Francia, donde la función social de la prostituta frente
a un desequilibrio económico y social resulta ventajosa. La Historia nos habla
de las ciudades y los campos como gestores de que esta fuese un “mal necesario”.
Los burdeles tomaron una estancia de ser moderadores del control social y una
forma de mantener las reglas y el respeto en el matrimonio. Inclusive se tienen
bases de que el rito y el concepto social del pecado trascendieron con la
presencia de la prostitución. Jacques Rossiaud, en su libro “La Prostitución en
el Medioevo, analiza la situación concreta de ciudades en el sur de Francia,
especialmente en la ciudad de Dijon, donde el autor presenta a la prostitución
enmarcada dentro de un proceso histórico.[4]
Para comprender y ampliar el estudio del libro de Rossiaud, cito el
texto de un análisis realizado por Sonia Goggel, estudiante de la Universidad
de los Andes y publicado en la revista Historia Critica, 1989:
En el siglo XV, la prostitución en el sureste de Francia tiene la
función social de conservar el orden y la paz social, canalizando las
agresiones sexuales y protegiendo de esta manera el matrimonio. Como tal, la
prostitución es institucionalizada, tiene validez y es aceptada por la sociedad
y las autoridades, tomando en cuenta que se enmarca en el siglo XV en un
contexto socioeconómico de creciente prosperidad y relativo equilibrio social
con crecimiento económico y demográfico. Veamos ahora en detalle cuáles fueron
las condiciones sociales que dieron lugar a una prostitución con tales
características (siglo XV), y cómo fue el desarrollo histórico (incluyendo la
moral) dentro del cual se enmarca.
En el siglo XV existían varios niveles de prostitución: el prostibulum publicum, los baños, los
burdeles privados y las prostitutas que trabajan por su propia cuenta. Sin
embargo, el único nivel aceptado y mantenido oficialmente por las autoridades
municipales era el prostíbulum publicum
o burdel oficial. Las tasas de prostitución eran iguales o superaban a las de
finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Para comprender por qué la
prostitución era tan elevada en el siglo XV, es necesario estudiar el
comportamiento sexual de los ciudadanos y el papel que cumplía la mujer en la sociedad.
[5]
En el Medioevo, la recesión económica hizo que las prostitutas se
establecieran en urbes grandes, generalmente villas universitarias, por la gran
afición de los estudiantes a sus servicios. Era deber de los rectores vigilar
que los estudiantes no frecuentasen los dominios de estas mujeres, aunque
tenían muy poco éxito. Las meretrices también acudían con las ferias ambulantes
y las grandes fiestas populares, como el carnaval o los torneos. [6] (En este punto, es
significativo señalar que la prostitución no solo era un acto prestado por las
mujeres, sino que además algunos hombres, exponiéndose a que fuesen
maltratados, también lo hacían, pero en menor proporción, como nota importante,
se consideraba aun mas mal visto que un hombre se prostituyera para el sexo
femenino que con su mismo sexo, al considerarse una degradación del sexo
masculino –a nivel social- al llevarse al nivel de prostituto para mujeres,
esto se vio solo en pocos casos.)
Para continuar con el modo de vida de las prostitutas en plena edad
media y su prevalencia en muchos aspectos sociales de este periodo, es importante,
mencionar que lo primero que se resalta al observar el comportamiento libidinoso
es la violencia sexual tan acentuada y constante en la vida urbana. Esta se
expresó, ante todo, en forma de violaciones grupales y colectivas;
colectividades formadas por grupos de jóvenes de la misma edad que expresaban
sus agresiones, infortunios y
frustraciones en forma de violencia sexual. La causa preponderante de todas estas
agresiones, infortunios y frustraciones
debe buscarse, ante todo, en las costumbres matrimoniales. El orden matrimonial
del siglo XV consistía en que hombres maduros se casaban con mujeres jóvenes,
convirtiéndose así el matrimonio en un negocio (la mujer es protegida
económicamente y el hombre es protegido en su vejez). La consecuencia de esto
era que los hombres maduros competían con los hombres jóvenes por las jóvenes
mujeres casaderas, dando lugar a una tensión social entre hombres jóvenes sin
dinero y sin mujer, y hombres maduros, con mujer joven y dinero, de allí se
fundamente en parte notable la existencia de la profesión ramera y su
continuidad. Este tipo de rivalidades facilitó la formación de solidaridades de
edad y acciones colectivas juveniles que canalizaban sus frustraciones en
acciones agresivas, que se traducían en violencia sexual. Considerando además
que los padres, demasiado viejos, no cumplían con la función de ser un modelo
de adulto, los jóvenes buscaban la compañía y la identidad en grupos de edad,
dirigidos por una persona mayor, que los iniciaba en la vida adulta.
Estas solidaridades, formadas por grupos de edad, se llamaban
'hermandades'. Una parte trascendental de estas enseñanzas consistía en
instruirlos acerca del papel de la mujer y del hombre en la sociedad: la mujer
era la dominada, la que debía obedecer, y era infiel y culpable por definición,
si se trataba de violaciones o cualquier tipo de falta sexual. El hombre era el
dominador y era introducido en su papel masculino a través de ritos colectivos
de virilidad (entre otros, la violación). Además, estas acciones colectivas
eran una manera de rechazar un orden social. Las autoridades utilizaron
posteriormente estas colectividades y hermandades, legitimándolas, para formar la
'policía de las costumbres', tratando de darle una dirección ordenadora,
socialmente útil, a esas acciones agresivas: las violaciones debían
restringirse a las mujeres deshonestas y adúlteras. Esta legitimación fue
muchas veces utilizada por las hermandades para encubrir agresiones sexuales
ilegítimas (violar a una mujer que cumplía perfectamente su función de esposa,
pero que era deseada, lanzándola así a la prostitución).[7]
Pese a tantos procesos sociales, la prostitución no dejo de ser
considerada obviamente por la mayoría de esferas sociales pecado y algo
vergonzoso, sin embargo, constituyo mucho más que una profesión de solo sexo y
satisfacción corporal, en donde el comportamiento social estaba en juego e
inclusive visiones económicas encaminadas al sexo y aumentar el negocio.
Claramente, tubo que tener unas reglas y mecanismos de llegada a sus clientes,
sin ocasionar grandes problemáticas. Existen desde fuentes judiciales,
demográficas, matrimoniales, representadas en arte y pinturas hasta en escenas
de criminales, que presentan a las prostitutas como una parte de la sociedad,
“mala pero necesaria” y un referente popular notable en el Medioevo.
CONCLUSION
Como vimos la Edad Media constituyo una de las etapas de la humanidad
con atrayentes, interesantes y notables
tópicos. Los diferentes procesos históricos, sociales, políticos y económicos
giraron en torno a diversas temáticas que van desde la influencia de la iglesia
católica en todo, hasta las crisis económicas y los grandes momentos sociales.
Como mencione al inicio de este trabajo, es quizá por los grandes procesos
sociales que esta época es tan representativa para la humanidad. El Fin del
siguiente trabajo fue presentar la profesión de la prostitución, tan polémica
en una época muy intensa socialmente. Me base en investigaciones personales
partiendo de lo llevado a cabo en clase.
A Manera de Conclusión podemos resaltar que la prostitución y su presencia
en el Medioevo constituyo no solo un aspecto ligado al campo sexual y la
denigración moral de la mujer, si no un moderador social que aunque pecaminoso,
era necesario y de gran utilidad para la sociedad. Si bien la prostitución,
está presente en el campo social, su concentración va al sector económico y
logra entrar incluso al campo cultural en el cual tomaban una forma de vestir
propia y un estilo representativo en las casas donde ejercían su labor. Esta
ejerció de cierta manera un poder que aunque directo o indirecto, creo escalas
sociales de pensamiento y perspectivas mas allá de la unión o separación de lo
religioso con lo impuro, hablando del tema de la fornicación y la utilidad de
la temática por parte de la iglesia en el adoctrinamiento de sus feligreses y
ante su cara ante el público. También se puede decir, que a ciencia cierta el
concepto de prostitución va mas allá de expresar que representa a aquella
persona que piden un beneficio a cambio, por ofrecerse sexualmente, y definirlo
es exponerse a un sinnúmero de variables que dependen de diversas situaciones y
casos específicos. Finalmente, el Medioevo con sus fantásticos hechos y eventos
tiene muchas más temáticas como estas, con hambre de ser investigadas aun más y
de gran interés para solidificar tópicos de la sexualidad medieval.
Abimelec Velásquez C.
[1] Nicolás
Lazo, Gemma (2007) La Reglamentación de la prostitución en el Estado español:
Genealogía jurídico-feminista de los discursos sobre prostitución y sexualidad.
pp.71-12 . Consultado en Base de datos Dialnet, el 10 de Noviembre, a las
8:57pm , de http://hdl.handle.net/10803/1413
[2] Edlum, Lena y Korn, Evelyn (February 2002) A
Theory of Prostitution. pp. 183-184 . Publicado en la Revista Journal of
Political Economy, vol 110, No.1. consultado el 11 de Noviembre, 10:16pm en la
base de datos Jstor. http://www.jstor.org/stable/10.1086/324390 .
[3] La
Prostitución en la Edad Media, consultado el 9 de Noviembre, 11:15 am, en la
base de datos Jstore. También se encuentra en: http://paseandohistoria.blogspot.com/2009/03/la-prostitucion-en-la-edad-media.html
[4]
Rossiaud, Jacques La Prostitución en el Medioevo, Barcelona: Editorial Ariel,
1986.
[5]
Goggel, Sonia (Enero-Junio 1989) Jaques Rossiaud, La Prostitución en el
Medioevo, Barcelona: Editorial Ariel, 1986. Publicado por Revista Historia
Critica, 1 Edición, Universidad de los Andes, Bogotá. Consultado el 10 de
Noviembre de 2012, a las 9:57am, en: http://historiacritica.uniandes.edu.co/view.php/15/view.php
[6]
Historia de la Prostitución, consultado el 9 de Noviembre, 11:37 am, en la base
de datos Dialnet. También se encuentra en: http://www.cienciapopular.com/n/Historia_y_Arqueologia/Historia_de_la_Prostitucion/Historia_de_la_Prostitucion.php
[7]
Goggel, Sonia (Enero-Junio 1989) Jaques Rossiaud, La Prostitución en el
Medioevo, Barcelona: Editorial Ariel, 1986. Publicado por Revista Historia
Critica, 1 Edición, Universidad de los Andes, Bogotá. Consultado el 10 de
Noviembre de 2012, a las 9:59am, en: http://historiacritica.uniandes.edu.co/view.php/15/view.php