El siguiente es un corto ensayo que se hace en base a dos conceptos sumamente importantes en nuestra sociedad contemporánea como lo son el machismo y el feminismo.
Sabemos que ambos conceptos están ligados a una situación que se evidencia en diferentes aristas de nuestra sociedad.
Hay que considerar que el machismo se ideó en su punto más inicial como una postura en la que el hombre es concebido como epicentro de las relaciones humanas en la cual a este se le atribuye una supremacía que se posesiona encima de la figura femenina. E s también una forma de pensar que se ha arraigado históricamente a la cultura en la cual sabemos inclusive que el hombre devenga mayor salario que la mujer. Es importante señalar que el machismo no solo es infundido en los hombres puesto que también hay mujeres que han perpetuado a lo largo del tiempo esta doctrina.
El feminismo en cambio no busca en su ara mas central una superioridad femenina sobre la masculina sino que busca una igualdad que permita la reivindicación de sus derechos y la consolidación de una equidad que promueva que hombres y mujeres sean tratados de forma ecuánime.
Con esto nos queda claro que la postura feminista lo que busca es la liberación de las mujeres, no subordinando al hombre sino igualándose a este. El discurso feminista abarca aspectos que van desde la educación hasta las prácticas sociales que podemos ver a diario.
Los procesos de humanización de nuestra sociedad deberían ir encaminados entonces a una igualdad que se evidencia en el día a día y en el que aprendamos a entender lo valiosos que somos como seres humanos diferentes pero con dificultades, virtudes y opiniones.
A lo largo de la historia podemos confirmar eventualidades que han permitido paso a paso los reconocimientos a los derechos de la mujer. A nivel mundial se han ido gestando diversos procesos a través de los cuales la mujer ha tomado presencia y lugar en situaciones decisivas. Estamos hablando tanto de su derecho a votar como de su admisión a realizar trabajos que previamente se consideraban solo de hombres.
En sociedades tan machistas como la latinoamericana no ha sido fácil aceptar el acceso femenino a aspectos de la sociedad que previamente se le habían negado. Y es que para entender ese machismo cultural hay que remontarse a muchos tiempos atrás en los que desde casa se infundían prácticas en las que el hombre tomaba las tareas importantes y notables e incluso desde la posición materna se enseñaba a la mujer a tomar una actitud pasiva en la que no había lugar a hacerse notar y a poder realizar labores y sobre todo a ser parte de la sociedad activamente siendo solo importante para procrear hijos y perpetuar la estirpe. Hay también muchas consignas muy adheridas al área más central del ideario colectivo que a lo largo del tiempo se habían negado a la mujer pero que lentamente y en un proceso de retrospección se han comenzado a efectuar a favor de la población femenina.
Para concluir es necesario señalar que es uy difícil cambiar consignas socioculturales que han estado cimentadas en nuestra sociedad durante mucho tiempo, por ende la labor no es tarea fácil y es un reto que tenemos como civilización. Es crucial entender que el feminismo nació como una respuesta a la cohibición que sometió a las féminas y que sin lugar a dudas debe ser tomada en cuenta como un factor que fomentó desigualdad, irrespeto y sobre todo olvido y el hecho de concebir a lo femenino como algo inferior, es decir estamos ante una muestra clara de subestimación colectiva que aún estamos a tiempo de cambiar.
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