Somos tantos, somos muchos. Caminando por la ciudad, por campos, por múltiples sitios. A veces aunque estemos rodeados de gente, nos sentimos solos. Todo se ve gris, el mundo gira y gira. Seguimos caminando, luchando por ser mejores, por tener luz, por tener paz. El mundo sigue girando a nuestro alrededor.
El tiempo corre y seguimos caminando. Caminando como inmortales carnales con noción de mortalidad. El mundo gira y gira. El dolor, la tristeza y la ansiedad, pueden hacernos sentir muchas cosas. Nuestra mente no para. Hay cansancio, hay soledad, hay penumbra, pero seguimos caminando. El mundo gira y gira.
Hay rechazo, hay exclusión, hay incertidumbre, angustia y desaliento, hay desanimo y abatimiento, pero seguimos caminando.
Caminamos pero hay algo en nuestros corazones que nos hace mirar al cielo, caminamos sabiendo que cuando el firmamento es más oscuro es porque va a amanecer. La esperanza no puesta en nosotros mismos, sino en aquel que nos ideó. Nos han dicho que un encuentro con Dios puede cambiarlo todo, pero al comienzo somos reticentes. Nos dicen que es un Dios lleno de amor, que nos entiende y desea siempre lo mejor para nosotros. Conoce cada fibra de nosotros. En el todo nuestro pesar es sanado. Todo nuestro dolor y soledad también. Nos aferramos a ese mensaje y creemos en el y en lo que dice su palabra. Nos centramos en el y su infinito amor. Le entregamos nuestro corazón y le damos control sobre nuestra vida.
Ahora entra a nosotros paz, tranquilidad, esperanza y convicciones. Todo es trasformado y empieza a cambiar. La luz llega a nosotros y ahora seguimos caminando pero con una misión clara, ayudar a quienes siguen caminando pero están en oscuridad. La luz que hemos recibido debe ser ese velón encendido e imparable que encenderá la llama en aquellos que caminan como nosotros algun día caminamos.
Ahora entra a nosotros paz, tranquilidad, esperanza y convicciones. Todo es trasformado y empieza a cambiar. La luz llega a nosotros y ahora seguimos caminando pero con una misión clara, ayudar a quienes siguen caminando pero están en oscuridad. La luz que hemos recibido debe ser ese velón encendido e imparable que encenderá la llama en aquellos que caminan como nosotros algun día caminamos.
Ahora el mundo gira y gira pero ya tenemos una razón. Un fundamento para vivir, para respirar, para agradecer cada día, para brillar sobre los demás, para ser compasivos, para ser amor en un mundo lleno de odio.
Somos tantos, somos muchos, caminando por la ciudad, por campos, por múltiples sitios. Ahora caminamos con sueños, con anhelos, con fe, caminamos.
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