HISTORIA SOBRE EL PARO Y MARCHAS ESTUDIANTILES EN COLOMBIA

Las marchas, paros y protestas estudiantiles y populares en Colombia según los historiadores no han sido muy constantes ni se remontan a una gran cantidad de sucesos que le den un Genesis especial. Lo que sí está claro y es comprobable es que desde inicios del siglo XX se han dejado sentir, no en gran número, pero su muy representativas. En 1909 las protestas lograron derrocar por vez primera a un presidente en el ejercicio de su poder. Se trata de Rafael Reyes quien vio truncados sus deseos de perpetuarse en el poder y firmar así un tratado con los Estados Unidos para cerrar la separación de Panamá. El 13 de marzo de 1909 una gran marcha en Bogotá liderada por estudiantes tomó carácter nacional propiciando que Reyes declarase el estado de sitio, promulgase detenciones y suspensión de libertades y garantías presentes en la constitución de entonces. Luego de la molestia popular Reyes renunció, pero la Asamblea Constituyente no la aceptó. Su gobierno perdió toda su legitimidad y finalmente en junio dimitió sin vuela atrás.



En 1928 se dio la tristemente celebre masacre de las bananeras, esta fue la respuesta gubernamental a movilizaciones de trabajadores, jornaleros y campesinos debido a sus duras y deficientes condiciones laborales impuestas por la United Fruit Company, empresa que comercializaba el banano en Estados Unidos. Este precedente nos sirve para saber que ya en el pasado ha existido una respuesta del gobierno en contra de su pueblo y que se ha querido teñir bajo una especie de medidas del estado en favor de la terminación del caos y en defensa de su legitimidad. En la prensa hallamos: “El 11 de noviembre, miles de trabajadores, congregados en sindicatos y apoyados por el Partido Socialista Revolucionario de Colombia, protestaron en Santa Marta para pedir el mejoramiento de las condiciones económicas. El Gobierno creyó que esas manifestaciones eran el inicio de una revolución comunista y a los pocos días militarizó la zona. En respuesta, los trabajadores acordaron un paro general que se concentró en la población de Ciénaga. El 5 de diciembre, la situación empeoró. Las partes en conflicto no llegaron a un acuerdo, y la United y el Gobierno tomaron la decisión de disolver el paro a cualquier precio. Esa noche fue declarado el estado de sitio y más de 300 soldados rodearon a los trabajadores que se encontraban en la plaza de Ciénaga. En la madrugada del día siguiente, el general Carlos Cortés Vargas exhortó a los trabajadores a abandonar la huelga. Ellos no hicieron caso y los soldados abrieron fuego. Miles de humildes colombianos murieron en esas protestas”.[1]

Otro caso ocurriría en el 6 de junio de 1929. En esa ocasión más de veinte mil personas protestaban en contra del del Gobierno conservador de Miguel Abadía Méndez. Al día, siguiente los estudiantes de la Universidad Nacional de Bogotá se unieron a las manifestaciones. Cuando la marcha se encontraba por el Palacio de la Carrera, la Policía abrió fuego en contra de ellos y el estudiante de derecho, Gonzalo Bravo Pérez, murió abaleado. 1948 es sin dudas un año sustancial en la historia contemporánea de Colombia. Las diferencias entre liberales y conservadores desencadenaron en múltiples movilizaciones que escalaron a hechos de violencia como el asesinato de copartidarios azules y rojos. Jorge Eliecer Gaitán como líder del liberalismo promovió la marcha del silencio como mecanismo de llamar la atención de la gente en pro de la paz, se estima que cerca de cien mil bogotanos marcharon, lastimosamente e irónicamente buscando esa paz fue asesinado el 9 de abril de ese mismo año trayendo consigo un gran periodo de violencia y polarización en el país.


También tenemos como precedentes las marchas durante el periodo de la dictadura de Gustavo Rojas Pinilla (1953-1957). Hay que resaltar las del 8 y 9 de junio de 1954, en las que murieron 10 estudiantes y hubo más de 20 heridos. Pero sin lugar a dudas un paro de categoría mayúscula fue el que se gestó el 14 de septiembre de 1977 considerado el más importante de este tipo en el país. La jornada de protesta fue convocada por la CTC, UTC, CSTC y la CGT, en contra de el aumento del costo de vida y la renuencia del presidente López Michelsen de mejorar los sueldos de los trabajadores. Locales comerciales destruidos, carros incendiados y otros daños materiales fueron el saldo de las protestas, además de los más de 20 muertos, 500 heridos y centenares de capturados que fueron trasladados al Estadio El Campín y la Plaza de Toros. Los historiadores, consideran que este paro significó, por un lado, el aumento de la represión en contra de los movimientos sociales y de la izquierda que quedó consagrado en el Estatuto de Seguridad Nacional del Gobierno de Julio César Turbay Ayala.


Ya entrados a este siglo tenemos que el 4 de febrero del 2008 se dio “Un millón de voces contra las FARC) movilización nacional muy publicitada y televisada con la misión de dar fin a la violencia en el país. La idea de una marcha en contra de la organización guerrillera fue de un grupo de jóvenes que crearon en enero un grupo en Facebook. A los pocos días la cuenta tenía más de 10.000 seguidores. Al poco tiempo ellos llamaron a los colombianos a salir a las calles. Llamado que contó con el apoyo del gobierno nacional, de los medios de comunicación y de reconocidas personalidades del país. Para 2011 y con Juan Manuel Santos en el poder se crea la Mesa Amplia Nacional Estudiantil (MANE) como represalia a una ley que buscaba reformar la educación superior en Colombia. El movimiento estudiantil se afianza, marcha y logra que dicha ley fuese retirada. De manera que estas revueltas no son nuevas, tienen antecedentes históricos y la similitud de que buscan que el gobierno les escuche y garantice mejor calidad de vida en términos generales.




HISTORIA DEL ESMAD
El Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) se establece en 1999 durante la presidencia de Andrés Pastrana. Es oficialmente una unidad especial de la Dirección de Seguridad Ciudadana (DISEC) de la Policía Nacional de Colombia. Su misión oficial es “el control de disturbios, con el fin de restablecer el orden y la seguridad de los habitantes”. Mediante Directiva Transitoria # 0205 del 24 de febrero de 1999, la Dirección General de la Policía organiza y estructura el escuadrón para solventar una coyuntura temporal. Posteriormente, mediante resolución # 01363 del 14 de abril del mismo año, el Director General de la Policía formaliza el Escuadrón Móvil Antidisturbios durante el gobierno de Andres Pastrana. Hacia el 17 de julio de 2007,en el gobierno de Álvaro Uribe Vélez se aprueba la Resolución Número 02467 Por la cual se crea el distintivo del Curso de Control de Multitudes de los Escuadrones Móviles Antidisturbios de la Policía Nacional. El ESMAD tiene presencia permanente en diecinueve ciudades del país, tres escuadrones en Bogotá, dos en Medellín y uno en cada una de las ciudades de Cali, Bucaramanga, Barranquilla, Pereira, Pasto, Popayán, Valledupar, Cartagena, Neiva, Yopal, Riohacha, Manizales, Cúcuta, Barrancabermeja, Palmira, Ibagué, Montería y Villavicencio; para un total de veintitrés Escuadrones Móviles Antidisturbios. Cada escuadrón está compuesto por 5 oficiales, 8 suboficiales y 150 patrulleros; la unidad mínima de intervención está integrada por 1 oficial, 4 suboficiales, y 50 patrulleros.




COLUMNA DE OPINIÓN EN PRENSA A ANALIZAR
ES LA DESIGUALDAD, ESTÚPIDO
Escrita por Sandra Borda Guzmán y publicada en EL TIEMPO.

El clamor es por un acceso más equitativo a las oportunidades y por un trato más igualitario.
Pero no es la desigualdad que mide el Gini ni ningún otro indicador económico. Mi sugerencia, más bien, es que para poder restaurar los vínculos entre la sociedad y el Estado, que se han puesto en tensión recientemente, para poder tener una conversación genuina que nos lleve a reconstruir nuestro propio pacto social, es preciso que Gobierno y clase política empiecen a entender el problema de la desigualdad en formas más amplias y comprehensivas.

El clamor en la calle es por un acceso más equitativo a las oportunidades y por un trato más igualitario. Las organizaciones de estudiantes, de indígenas, de mujeres, de población LGTBIQ están todos saliendo a la calle con una sola reivindicación en mente: igualdad en el acceso a la educación, igualdad frente a la justicia, igualdad frente a la política pública e igualdad para participar en política. La protesta social en Colombia es nada más y nada menos que un esfuerzo por ampliar el espacio para el ejercicio de la ciudadanía en este país y hacerlo lo suficientemente grande para que quepamos todos.

Otra vez, las pruebas Pisa revelaron, la semana pasada, la inmensa capacidad segregadora que tiene nuestro sistema educativo. Tristemente, y como lo sugiere Jorge Galindo, el desempeño de los estudiantes varía en función de su ventaja socioeconómica. En otras palabras, su acceso a la educación de calidad depende de si usted nació o no en cuna de oro: si no es así, estará condenado a la educación de mala calidad, a un ingreso casi imposible a la universidad y, por tanto, la probabilidad de que usted pueda mejorar su condición socioeconómica es dramáticamente baja.
Un violador en tu camino es una intervención que se convierte en viral y encuentra buen lugar en Colombia, justamente por un problema de desigualdad. Las mujeres continuamos siendo víctimas de muchas formas de violencia, y el Estado no nos garantiza justicia en esos escenarios. Nos revictimiza cada vez que deja a un agresor en libertad, nos revictimiza cada vez que construye políticas públicas discriminatorias que nos impiden tomar decisiones autónomas sobre nuestros cuerpos. Por eso, “el Estado opresor es un macho violador”. Y, como si todo esto fuera poco, nos toca recordar que la culpa no es nuestra...

Organizaciones de la comunidad LGTBIQ, los indígenas y muchas otras minorías están hoy en la calle tratando de mantener sus derechos a flote. Tratando de hacer que se respete la vida de sus líderes, de contener la agresión contra sus espacios de actividad política, de eliminar las múltiples formas de discriminación que todavía ejercen el mismo Estado y una parte de la sociedad contra ellos, tratando de que se los vea como iguales.

Al final, el otro clamor de la protesta, aquel a favor de implementar más rápido y mejor los acuerdos de paz, es también un clamor a favor de la igualdad y en contra de la exclusión política. Esos acuerdos ampliaron el espacio para ejercer la política en este país, más allá de lo que ya lo había hecho la Constitución de 1991. De nuevo: todos estamos buscando más y mejores formas para ejercer nuestra ciudadanía, estamos buscando un arreglo social en el que quepamos todos a pesar de nuestras profundas y vibrantes diferencias, en el que podamos ser reconocidos como sujetos con los mismos derechos y a los que el Estado pueda –real y no solo formalmente– reconocerles sus garantías.

Por eso, el Gobierno comete un grave error cuando subestima el espíritu de las manifestaciones. Al contrario, debe entender pronto la envergadura de lo que está en juego y reconocer la imperiosa necesidad que tenemos todos de reconstruir nuestro pacto social, un pacto en el que aprendamos a lidiar con nuestras diferencias sin convertirlas en desigualdades que condenen a unos al privilegio y a otros a la discriminación.[2]

El artículo de opinión de Sandra Borda, profesora de la Universidad de los Andes nos hace un engranaje muy interesante de las movilizaciones, de las razones de la marcha y de la desidia gubernamental frente a todo esto. Escrito en un medio tradicional es un llamado de atención honesto y certero sobre algo que nos afecta a todos y que tiene validez, peso y razón de ser. La idea central del escrito es mostrar que la protesta social en Colombia es verdaderamente un esfuerzo por ampliar el espacio para el ejercicio de la ciudadanía en este país. Considero que esa frase es el elemento cohesionador de la columna e inmediatamente me hace reflexionar sobre la misión que trabajadores sociales futuros debemos tomar frente a esto.



¿Como registran los medios las marchas realizadas?
Los medios tradicionales de televisión y radio intentan mostrar una línea editorial certera, pero en muchos casos no se ve imparcial. RCN Televisión se ha mostrado crítico de estas movilizaciones sobre todo en sus espacios de opinión teniendo panelistas que confrontan la utilidad de estas. Son los medios alternativos a través de redes sociales y virtualidad los que han confrontado el discurso tradicional. Veamos algunos ejemplos.
·         Recientemente Blu Radio fue centro de críticas por su sesgo ideológico. Se ha criticado que su director sea cuñado del actual presidente Iván Duque puesto que su esposa es hermana del alto mandatario y por ende no es extraño escuchar sus reiteradas arengas contra Gustavo Petro y la izquierda colombiana.
·         En cuanto a Noticias RCN se han centrado en mostrar gentes que piden que las marchas terminan y les dejen trabajar. Entre otras se lee “No tengo plata para la comida": ciudadanos piden a manifestantes que los dejen trabajar. Su llamado es uno: que los dejen trabajar y que puedan movilizarse a sus lugares de destino en Bogotá sin contratiempos”.[3] También en la cadena se habla de personas marchando que han impedido que el canal grabe.[4]
·         En Noticias Caracol de Caracol Televisión hemos visto casos como el de las críticas de la gente ante las marchas. Han centrado su informativo noticioso en notas como esta: “¿Qué hace el pueblo tirándole al mismo pueblo?”: trabajador afectado por bloqueos en Bogotá. “Vengo desde la 26, camine, pague mil transportes… ¡Don Duque, don Peñalosa, no se hagan los ciegos!”, reclamaba Gloria Martínez, una de las afectadas por los bloqueos del 4 de diciembre, en una nueva jornada del paro nacional. Un joven anduvo tres horas, desde La Floresta hasta El Tunal, porque no encontró transporte para volver a su casa.[5]
·         En medios alternativos como El Tropelín no solo se publica lo que sucede en las marchas y el clamor popular, sino que además se cuenta la historia desde otra óptica agregando espacios de opinión e incluso caricaturistas.[6]
·         En Café Caliente Noticias se habla de la situación desde el eje cafetero y se cuestiona a la prensa nacional y a los intereses de políticos e incluso artistas dentro del entramado de las movilizaciones.[7]
·         En el portal “Las 2 Orillas” la opinión se ha centrado en mostrar la ineptitud del presidente Iván Duque frente a las marchas y de hecho hasta caricaturas del tema se ven.
·         En El Espectador se habla del paro nacional y la fragilidad del Estado de Derecho enfatizando en la vulnerabilidad de lado y lado en estas movilizaciones en el país.[8] También se informa de la muerte de Dilan Cruz y la opinión del miembro del ESMAD que le disparó.[9]


                                                                                          




Caricatura publicada en Asociación Nacional de Estudiantes de Secundaria (ANDES) y republicada por El Tropelín de la Universidad de Cartagena.





Caricatura publicada en Las 2 Orillas[10]
Fuente: https://www.las2orillas.co/caricatura-duque-se-harto-de-las-marchas/


¿Cuál es la toma de posición de nosotros reflejados en el caso de Dilan en la manifestación del día de hoy como futuros trabajadores sociales?

Mi opinión personal es que el asesinato de Dilan jamás debe ser olvidado y nos habla de un estado opresor que no acepta la legitimidad de las marchas y aún más allá, las ve como una amenaza a sus intereses. Un estado que no escucha a su pueblo y se afianza en una derecha tradicional quiere seguir afianzada en el poder y no ha querido prestar atención al clamor popular de los obreros, los estudiantes y la población en general. Como futuros trabajadores sociales no podemos estar ajenos a esta realidad y debemos ser empáticos, cercanos y conocer las necesidades de nuestra sociedad para así gestar cambios provechosos y reales para la consecución de un mejor país para todos y todas. Más que politizarnos hay que crear conciencia de la posibilidad de una mejor calidad de vida para todos en las que nuestros niños crezcan con esperanza y con valentía en una Colombia con un mejor sistema de salud, mejor sistema de educación, mejor transporte, empleo digno para todos y la seguridad de un estado plenamente democrático, libre y equitativo para todos.





[1] “Grandes marchas y paros en la historia de Colombia” en SEMANA.COM Visitado el 8 de diciembre de 2019
[3] "No tengo plata para la comida": ciudadanos piden a manifestantes que los dejen trabajar https://noticias.canalrcn.com/bogota/no-tengo-plata-para-pagar-la-comida-ciudadanos-piden-que-los-dejen-trabajar-350185 Visitado en Diciembre 7 de 2019
[4] Intentaron evitar que periodista grabara las marchas y ciudadanos la defendieron. https://noticias.canalrcn.com/bogota/video-intentaron-evitar-que-periodista-grabara-las-marchas-y-ciudadanos-la-defendieron-350187 Visitado en Diciembre 7 de 2019
[5] “¿Qué hace el pueblo tirándole al mismo pueblo?”: trabajador afectado por bloqueos en Bogotá https://noticias.caracoltv.com/ojo-de-la-noche/bogota/que-hace-el-pueblo-tirandole-al-mismo-pueblo-trabajador-afectado-por-bloqueos-en-bogota Visitado en Diciembre 7 de 2019
[7] Café Caliente Noticias https://cafecalientenoticias.com/ Visitado en Diciembre 7 de 2019
[8] El paro nacional y la fragilidad del Estado de Derecho. El Espectador https://www.elespectador.com/noticias/politica/el-paro-nacional-y-la-fragilidad-del-estado-de-derecho-articulo-894635 Visitado en Diciembre 7 de 2019
[9] La versión del capitán del Esmad que disparó contra Dilan Cruz https://www.elespectador.com/noticias/judicial/la-version-del-capitan-del-esmad-que-disparo-contra-dilan-cruz-articulo-894612 Visitado en Diciembre 7 de 2019
[10] Caricatura. Las Dos Orillas. https://www.las2orillas.co/caricatura-duque-se-harto-de-las-marchas/ Visitado en Diciembre 7 de 2019.





Publicar un comentario

0 Comentarios