LA MISERICORDIA DE DIOS

La existencia de un ser superior como reinante sobre toda potestad y poder, creador de la raza humana y todo lo visible e invisible a nuestros ojos siempre ha sido una pregunta abierta. Para algunos es una realidad y este actúa como regente de todo; para otros no hay evidencia que avale su existencia. Si damos un paso más allá y llegamos a entablar una conversación en torno a la misericordia de Dios pues nos sumergimos en una vorágine que va y viene y nos hace o dudar de nuestra propia esencia o ahondar en caminos frondosos llenos de versos. Si seguimos el dogma religioso entramos a la teoría que nos sitúa como hijos de un ser todopoderoso lleno de bondad, amor y empatía. Su misión es redimirnos, darnos vida eterna y llenarnos de bendiciones. Lo que pide a cambio es entrega, sumisión, adoración y santidad. Si entramos en su mística, en su favor y bajo una comprensión laureada por una vivencia espiritual pues aprobaremos que su misericordia existe, que están real como el y llega a los hombres como un acto de amor y de piedad, de luz y esperanza, de ternura y ayuda.



La misericordia es base fundamental del actuar de Dios. Hace parte de sus atributos y es mencionada en textos como la biblia en gran cantidad de ocasiones. El salmista David alude a esta en diversos momentos de su vida y se deja leer en muchos de sus escritos. La misericordia parece ser parte del pacto de Dios con los hombres. Su perdón al pecado entra plenamente dentro de esta categoría, pero también lo son la sanidad, la paciencia y el cuidado especial por quienes le suplican auxilio y socorro. De esta misericordia se lee tanto en el antiguo como el nuevo testamento, pero también se ve en el Corán y la torá. Pareciese que la clemencia divina es mas que un acto de altruismo, hace parte de Dios como algo intrínseco a su presencia. Dios es bueno, Dios es amor, es lento para la ira y grande en misericordia. Eso lo dice la propia biblia, donde también se asegura que jamás rechaza a un corazón contrito y humillado. Como contraparte también se asegura que el señor es celoso y quiere que lo adoren.


Algunos versos bíblicos sobre el tema:



A Dios se le atribuye la gloria, la honra, el poder, la majestad y la santidad. Su bondad no conoce límites y su compasión es inmarcesible, genuina e impetuosa. Unida a la misericordia surte efecto otra cualidad ferviente y potente de Dios y que parece ser hermana de esta: la fidelidad. Su lealtad y firmeza pese a lo que pase y aun con la intransigencia e imperfección del hombre es citada múltiples veces en textos bíblicos y en las vivencias de individuos que apuntan a esta como símbolo de su agradecimiento al eterno. Creas o no creas en Dios uno de los aspectos que más llama la atención es esa ternura de la cual se habla tiene y contrasta con ese ser guerrero, amante de la victoria en la contienda y la enemistad de la que se habla en el antiguo testamento. Allí se le perfila como un ser vengativo, que no impide mandar a asesinar a mujeres y niños en guerra o incluso mandar a devorar a unos niños que molestaban a Elías. Con la llegada de Jesús vemos en cambio a un Dios mas compasivo, sensible y tolerante con el ser humano y su vida. Ese contraste no deja de ser curioso, pero los defensores de este cambio nos hablan de una dispensación de la gracia en la cual Dios es más benevolente con el ser humano pues comprende su contexto, la facilidad de caer en pecado y las constantes amenazas y tentaciones a las que se expone día a día. ¿Será Dios mas misericordioso ahora que antes? Por supuesto que la respuesta a este interrogante nos lleva a una nueva polémica, puesto que en la biblia se le describe como un ser que no se equivoca, que no cambia y que siempre ha sido como es: poderoso, amoroso y bueno. En los centros religiosos se enseña a no poner a Dios ni su palabra en duda, y en aceptar lo que se enseña como parte de lo relacionado a su deidad como un beneficio espiritual. Por ende, si somos devotos a él pues simplemente creeremos que es bueno, que su misericordia es real y que nos ama mas que cualquier cosa, y que todo lo bueno y provechoso para nuestra vida procede de él. Si no creemos en su palabra, pues seremos más reacios frente a todo lo relacionado a estos temas e incluso puede que entremos en el agnosticismo. Considerando a la duda como una norma existencial de todo. Ambas posturas son respetables.


Lo que no se puede negar es que hay sectores poblaciones como los cristianos, que aprueban vehemente la misericordia de Dios como algo palpable, evidente y que puede sentirse en el alma y corazón. Una oración es el medio de comunicación más directo y estable para experimentar el favor de Dios, pero hay que saber que debe llegarse con la disposición de entregarle tu vida a su servicio con prontitud, honestidad y encomio. Si en cambio consideras que lo anterior es una pérdida de tiempo, entenderás que tu vida es para realizarla bajo tus parámetros y criterio ante la forma en como deseas llevarla, bajo tu consigna propia de honestidad, trabajo duro y eficacia, siendo un buen ser humano independientemente de religión o idealismo utópico de mejora cuando termine el mundo tal y como lo conocemos. Viviendo sin preceptos sobrenaturales e inanimados. Depende de como entiendas a tu realidad. Para alguien lo bueno puede venir de Dios, pero para otro puede serlo por el resultado de su arduo empeño y constancia. 


Créditos de imagen: Blog Ana de Montreal


Para cerrar quedemos en que la misericordia es y siempre ha sido (y será) una de las razones por las que más personas se acercan a Dios. Bajo esa premisa se le busca deseando una sanidad, un milagro o una pronta solución a un problema imposible. La gente incluso es capaz de hacerse retos y ritos de agradecimiento por si el favor es cumplido. Para muchos pareciese que Dios espera sacrificio de los humanos como una única opción viable para dar respuesta, cuando en la biblia escrito está desde hace mucho que para el es mas importante la obediencia que el sacrificio.






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