Un articulo del periódico El País nos dice: “La radiación electromagnética artificial generada por las líneas eléctricas, telefonía móvil inalámbrica o electrodomésticos envuelve nuestra vida diaria. En la última década ha aumentado de manera exponencial en los centros urbanos, sin contar la que se recibe en los hogares. Aunque no se aprecie, sus efectos son acumulativos y pueden dañar la salud, especialmente la de los niños y jóvenes. Pero no hay que alarmarse ni renunciar a las facilidades y ventajas que ofrecen las nuevas tecnologías. Conviene estar informado, reclamar cuando sea necesario, conocer las características de los aparatos y dispositivos del hogar y hacer un buen uso de ellos. Los efectos inducidos por las radiaciones electromagnéticas pueden ser térmicos y atérmicos, que son los que generan un mayor riesgo al producir cambios biológicos. Se calcula que entre un 5 y un 10% de la población es electrosensible y entre los síntomas más frecuentes aparecen dolores de cabeza, insomnio, irritabilidad, depresión o mayor riesgo de cáncer, según reconoce la Organización Mundial de la Salud (OMS).”
De esta forma podemos ver que la exposición a estas ondas puede ocasionarnos afecciones que van desde un leve dolor de cabeza y resequedad hasta alto tan grave como el cáncer. El nivel de radiación que nos dan artefactos tan comunes en el hogar pueden ocasionar daños de nivel considerable que no solo puede causarnos mal a nosotros sino además a las plantas. Hay estudios que ya hablan de la peligrosidad de ondas enviadas por tecnologías como el wi-fi. Existen casos documentados alrededor del mundo que muestran situaciones de personas como la profesora española Pilar Aleza que logró que se retirasen las conexiones wi-fi del salón de maestros por tener ella electrosensibilidad. El caso de ellas, es también el de muchas personas pero a la vez nos sirve como ejemplo de los daños que pueden ocasionar estas ondas a los seres humanos que incluso no sufren de esa alta sensibilidad.
Existen diversas recomendaciones que dan expertos sobre el tema. En estos se aconseja a por ejemplo: colocar delante de las paredes que den al exterior diversos electrodomésticos como la nevera y el televisor, además de los computadores lejos de nuestra cercanía en horas de no uso. También se recomienda en artefactos como el secador que se conecte muy poco tiempo y se aproveche su función apagándolo por momentos hasta que haga su efecto sin gastar energía todo el tiempo. Indudablemente tampoco pueden faltar los teléfonos móviles, en estos es mejor tenerlo lejos cuando no se use, lejos del cuerpo, contestando por altavoz cuando se pueda. También hay que cuidarse de elementos como el router. Siempre se recomienda conocer que la radiación puede pasarse por las paredes e incluso por las ventanas por eso hay que blindarlas con pinturas especiales, cortinas o mosquiteras.
Sabemos que la forma en la que estos aparatos puedan afectar nuestra salud radica en su exposición en tiempo y cercanía, de manera que se recomienda usarlos no todo el tiempo, no mantenerlos cerca del cuerpo en gran medida y entender que aunque sean invisibles las ondas electromagnéticas que estos elementos sueltan son perjudiciales para nosotros ya que pueden tocar nuestro sistema y organismo afectando varias zonas de nuestro cuerpo. Estas ondas pueden ocasionar afecciones que suelen demorarse en el tiempo pero que pueden ser tremendamente nocivas. Es preferible cuidarnos, respirar aire puro, disfrutar de la naturaleza y protegernos con buena alimentación y menor exposición a todos estos elementos. Aunque sabemos que podemos estar expuestos a ellos sin quererlo todos los días, razón por la cual es importante tomar medidas para que con los artefactos que podamos manipular bajar su uso.
Fuentes:
https://elpais.com/elpais/2014/09/22/buenavida/1411372758_682019.html
https://www.vanguardia.com/entretenimiento/salud/el-uso-excesivo-de-aparatos-tecnologicos-afecta-su-salud-XSvl80088
https://ccars.org.es/saber-mas/5g/24-saber-mas
0 Comentarios