VALORES E IDEOLOGÍAS POLÍTICAS

En ciencia política, el valor es entendido como la agrupación de ideales, conductas y prácticas que se condensan en el raciocinio de un determinado grupo social y se consideran los más convenientes para su realización en conjunto. El valor es una construcción social que se fundamenta en parámetros comunitarios, bajo los cuales es concebido como lo más adecuado, viable y acertado. Cada grupo puede variar en sus valores y su justificación puede incluso ser completamente diferentes, pero son previamente asimilados y aceptados en su modus vivendi, su cultura y su crecimiento personal. 

La función de la ciencia política no es determinar si esos valores son buenos o malos, consecuentes o dañinos, sino que más bien los analiza bajo una óptica amplia para entender las relaciones sociales y humanas entre sí. Estos valores se construyen a partir de lo aprendido en común, es decir son absorbidos de forma integra sin que sea necesariamente una imposición colectiva sobe un individuo, sino que es más bien una alineación de dinámicas que son puestas en práctica y se convierten en sellos identitarios de ciertas comunidades. Por ejemplo, en una colectividad religiosa los valores están fundamentados en caracteres doctrinales que a su vez son vistos como buenos para alcanzar el beneplácito de Dios y por ende, la aceptación en el grupo. Sus valores se impregnan de una carga ideológica fuerte y un conjunto de experiencias que ahondan en la espiritualidad, la congregación, la adoración y el cumplimiento de mandatos bíblicos. 

Las realidades bajo las cuales se generan en las personas estos valores están estrictamente conectadas a su vida en comunidad y la puesta en práctica de lineamientos en común. Es decir, las realidades parte de una experiencia vivencial propia y claramente determinada. Estas suelen aflorar por un estímulo, que, mancomunado a la conducta, la ideología y la cultura forjan actitudes y una visión de la vida en general. Esto explica porque los valores y su puesta en marcha no son iguales en un partido político de derecha, de centro o de izquierda. O porqué el ideal de valor es muy equidistante entre un medio de comunicación, una empresa petrolera, una universidad o un gremio religioso.

Ya que el valor es una cualidad atractiva o deseable que se le impregna a personas, acciones o situaciones, es también una cuestión de perspectiva. Habrá para quienes lo bueno y correcto sea abrazar la migración extranjera y para su conjunto de valores sea lo adecuado, como de igual forma habrá gente que considera que es negativo y dañino. Este solo ejemplo nos ayuda a entender que la construcción de valores, aunque parezca simple a primera vista, no lo es y precisamente gran parte de su interés radica en ello ya que implica un estudio social, cultural y político sobre lo que hemos asimilado y replicado en comunidad y consideremos ideal o no. La ciencia política sabe que “Valor” es un concepto amplio, que incluso es estudiado por la filosofía, pero también comprende que los valores son herramientas que buscan generar coherencia entre lo que decimos y hacemos, entre lo que profesamos y lo que no, entre lo que consideremos bueno o malo, entre lo que nos agrade o no y por supuesto en la forma como nos comportamos ante diversidad de situaciones. En resumen, el valor es una construcción social que se nutre de ideas y prácticas puestas en común que a su vez reflejan diferencias entre diversos grupos y fomentan la visión particular sobre un mismo hecho que puedan tener los seres humanos. También parte de las realidades y por ende, significa un pilar crucial para dilucidar más las acciones sociales, nuestras consignas políticas y percepción de la vida. 


   ¿Por qué se afirma que estos valores constituyen factores fundamentales para comprender los diferentes comportamientos políticos de los individuos y los grupos sociales en la vida política de un país?

Porque al ser los valores construcciones sociales sobre lo que creemos ser y nuestro actuar en la vida, estos se constituyen en sí mismos como factores fundamentales para la comprensión de los diversos comportamientos políticos ya sea a nivel individual o grupal. El valor no solo nos enseña lo que vemos como provechoso o no, sino que también nos sumerge en espacios de reflexión más profundos, en los que nuestras acciones intentan estar legitimadas bajo lo que hemos aprendido y concebido como pilares de lo ideal, lo correcto, lo adecuado. Los valores, aunque nos unan a una comunidad, también nos alejan de otras, al no ser compatibles nuestras creencias con la de los demás. Los valores son piezas fundacionales para determinar el espectro político de una persona, si es religioso o no, sus actitudes y aptitudes y por ello su visión de la vida y las realidades que percibe.

Ideología política

Se entiende por ideología política a un conjunto compartido de conceptos y valores que buscan describir el universo político, al tiempo que señala objetivos para intervenir en dicho universo y a su vez definir las estrategias más necesarias para lograr lo deseado en esa materia. Entre sus características, señalemos a cinco. La primera es que las ideologías pretenden presentar un aspecto sistemático, ordenando conceptos y normativas sociales y políticas. La segunda es que las ideologías tienen una función instrumental, ya que gracias a ellas es fácil señalar objetivos que distingan entre amigos o enemigos, para ganar apoyo o enemistades. La tercera es la simplicidad que las ideologías generan sobre los complejos elementos del universo político, ya que prioriza los fines convenientes apartando a los que no. La cuarta es que las ideologías se manifiestan de forma explícita, en su mayoría y la última es que las ideologías son compartidas, ya que pertenecen a una agrupación numerosa de personas y no a un individuo o gremio pequeño. Estas grandes agrupaciones buscan tener presencia en el ámbito político. En pocas palabras, las ideologías procuran explicar la realidad política y social al tiempo que resaltan como debería ser todo.

Cuatro elementos notables tienen las ideologías políticas, estos son:
    • Defender una concepción determinada de la naturaleza humana.
    • Definir una visión de las relaciones entre individuos.
    • Proponer un esquema de relaciones entre cada individuo y el colectivo social.
    • Sostener un punto determinado sobre la capacidad de la acción política para así influir en el desarrollo de cada sociedad.
Estos cuatro elementos mancomunados de forma efectiva propician una provechosa ejecución de las ideologías políticas sobre los individuos y grupos sociales.

Los factores que posibilitan la combinación de valores, actitudes, imaginarios, ideas, representaciones sociales e intereses hasta que se conviertan en una ideología política y por ende, un sistema ideológico político, parten de la idea básica de la defensa de intereses propios que se articulan y consideran característicos de un grupo en especial. La ideología se identifica con la racionalización, que es a su vez, el reflejo de sus intereses. Estos intereses de forma agrupada argumentan su visión del mundo y se nutre de una idoneidad que es construida bajo cánones estipulados bajo la percepción particular de dichos grupos. Esto puede dar cabida al engaño, al autoengaño e incluso a un camuflaje de la realidad, pero son pilares cruciales en la conformación de los sistemas ideológicos políticos. Es que, precisamente, las ideologías ocasionan conflictos políticos evidentes de larga data, pero se apropian de esas desavenencias para intentar promulgar soluciones que, a priori, sean convenientes para su colectividad. 

Paralelamente al punto anterior hay otras corrientes que afincan y promueven la postura de que los factores que posibilitan la combinación de los valores, actitudes, imaginarios, ideas, representaciones sociales e intereses para ser ideología política y sistema ideológico político nacen en el descontento frente a una eventualidad histórica puntual que ha permeado en la sociedad y trayendo consigo un descontento e insatisfacción pública. De manera que la frustración y el deseo de seguridad, estabilidad y calidad de vida fungen como motores desencadenantes de la llegada, cimentación y consolidación del aparataje político. El sistema de creencias y valores viene entonces a reforzar sus aspiraciones, forjar un cambio y actuar como priorizado de respuestas viables y plausibles en la sociedad.

En ambas posturas vemos que el contexto social y político son la matriz y caldo de cultivo para la eclosión de múltiples dinámicas y ejecuciones frente a diversos hechos. El sistema ideológico político es adaptable, sujeto a cambios y sapiente de las realidades y circunstancias ya sean de tiempo o lugar.  

¿Qué factores sociales, tanto históricos como contemporáneos, explican el hecho de que los valores políticos y las ideologías que resultan de ellos no son estáticos sino móviles, cambiantes?

Los factores sociales que explican estos hechos son la situación política y social de los pueblos. Estos se convierten en motores de los valores políticos y las ideologías para buscar y hallar soluciones y respuestas vinculantes que den contestaciones a problemáticas de toda índole. Precisamente estos contextos dan pie a que los valores políticos y las ideologías sean móviles y cambiantes ya que deben adaptarse a las realidades y situaciones particulares en las que tengan lugar. Un gran ejemplo de este ítem es la sobreexplotación de las clases trabajadoras por el capitalismo industrial durante el siglo XIX que conllevó a la popularización del socialismo como vía de escape y alternativa a lo establecido. También tenemos al fascismo como un desencadenante de la inseguridad y crisis en Alemania luego de la Primera Guerra Mundial. Es decir, los sistemas de valores y las ideologías entienden las realidades y posibilitan modelos a seguir que a s u vez son promotores del cambio. Estos valores que son compartidos por grupos determinados que se consolidan como ideologías vienen a ser bases sustanciales y fundamentales del peso de las mismas sobre la política, la cultura y la economía global.

¿Qué explica que en una sociedad cualquiera haya tantas posturas ideológicas diversas y aún en conflicto unas con otras? ¿Qué factores sociales, económicos, de valores y creencias e intereses, explican esa diversidad y esa conflictividad ideológica?

Esta gran diversidad de posturas ideológicas, que pueden incluso entrar en conflicto unas con otras, parte de la gran proliferación de dichas corrientes desde finales del siglo XVIII e inicios del XIX. Su alta difusión se explica en términos de receptividad y asimilación por parte de las gentes, al tiempo que significan y representan un compendio ideológico que diversos grupos adoptan y promulgan como referentes para sus deseos en colectividad y misión en la vida. Tantas posturas ideológicas nos muestran que la gente está ávida de soluciones y respuestas a un sinnúmero de problemas que les conciernen no solo como individuos sino también como seres sociales. De igual manera nos deja ver que los seres humanos no pensamos igual, tenemos puntos de vistas diferentes y entendemos nuestras realidades de formas diferentes. Esto explica la proliferación de tantas ideologías y su conflicto entre unas y otras. 

Los factores sociales están determinados por el deseo de hallar soluciones que beneficien a diversos grupos en conjunto. Los factores económicos se basan en la búsqueda de mejores condiciones de vida en cuanto a adquisición de lucro se requiere. Los factores de valores nacen de la necesidad de que sus consignas y lineamientos sean escuchados, respetados y visibilizados aun con el que piensa diferente. Por su parte, los factores de creencias promulgan el deseo de idoneidad de los dogmas que a nivel colectivo se han señalado como buenos y aceptados para determinados gremios, mientras que los factores de intereses aluden al leal y correcto cumplimiento de dichos valores y su ejecución como parte esencial de la representación pública de dichas colectividades. Como cada grupo piensa de forma diferente frente a un mismo tema, esto agudiza las desavenencias y propulsa los conflictos ideológicos. 

Cada percepción, cada visión de la vida y cada contextualización de la realidad cambia y esto fomenta que existan tantas y tantas posturas ideológicas. Cada individuo se acerca al grupo que considera el más conveniente (como ocurre por ejemplo en el aspecto religioso, donde hay católicos, protestantes y demás) y a su vez al adherirse a una colectividad está forjando una acción social que acentúa esas diferencias y reconoce la amplitud en el espectro de cada agrupación.

Por dichos motivos se han gestado ideologías que en la contemporaneidad siguen teniendo furor, cómo lo son: los liberalismos, los conservadurismos, los socialismos, los anarquismos, los fascismos, los nacionalismos y los fundamentalismos religiosos, entre otros. Cada una de estas ideologías representa una postura, un pensamiento, una percepción y por ende una visión tanto de la vida como de la realidad que es sostenida por cada grupo en particular.







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