El método Montessori se erigió como una estrategia educativa a finales del siglo XIX. Su origen esta en la filosofía de la doctora en medicina y educadora italiana María Montessori. María quien fallecería en 1952 no viviría para conocer la popularidad creciente de su metodología en las postreras del siglo pasado e inicios de este. Aplicar en casa el método implica tomar referentes históricos y pedagógicos, que permitan entender a los más pequeños como seres en constante aprendizaje y con múltiples posibilidades de conocimiento que puede ser adquirido a través de la experiencia y aprovechamiento de su entorno particular.Entendiendo que bajo esta propuesta la educación se basa en el triangulo de: ambiente, amor y relación niño-ambiente, sabremos entonces que la aplicación comienza dando libertad con responsabilidad y empatía pero a la vez acercamiento, atención, paciencia y confianza. Basado en esto, en casa podemos dar cabida y utilidad al estilo Montessori.
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Apropiándonos de diversos elementos que podamos tener llega la hora de permitir que los más pequeños inicien un proceso de absorción de enseñanzas y saberes que no olvidarán y harán parte de toda su vida.Una buena manera de aplicarle en casa es, además de dar libertad y aprovechar el ambiente, seguir estos diez consejos prácticos:
1. La mente sensible de los niños está ávida de conocimiento, una gran herramienta es aprovechar sus gustos, ya sea por determinados colores, piezas, y objetos permitiendo que los descubran, noten sus diferencias y reconozcan o por su habilidad con diversos procesos.
2. Conocer los períodos sensibles de los niños y aprovecharlos:- Lenguaje, que se sitúa aproximadamente entre los 2 meses y los 6 años,- Coordinación de movimientos (va desde los 18 meses hasta los 4 años),- Orden (va desde el nacimiento hasta los 6 años),- Aguzamiento de los sentidos (va desde los 18 meses hasta los 5 años),- Comportamiento social (va desde los 2 años y medio hasta los 6 años)- Pequeños objetos (un período corto en el transcurso del segundo año).
3. La autonomía del niño es un carácter especial del método, en casa hay que saber dar espacio a estos momentos en los que los pequeños aprendan de su realidad factores muy importantes que van desde la observación hasta la distinción.
4. Preparar el ambiente para que siempre hayan nuevas experiencias que posibiliten más aprendizaje y pequeñas tareas que creen hábitos como el orden, la limpieza y el juego.
5. La auto-educación debe ser una constante y la duda como búsqueda de la solución a problemáticas es crucial.
6. Delimitar espacios de esta forma hay un espacio dedicado a la lectura de cuentos, otra a los juguetes y a las artes.
7. Despertar sus sentidos sobre diversas texturas. Por ejemplo la madera o tela de esta forma creamos estimulación sensorial.
8. Asimilar en el niño la ejecución de hábitos con temporalidad y momentos.
9. Sumergirlos en el mundo de la vida diaria, empezar a dar responsabilidades y confianza.
10. Potenciar su autoestima alabando sus logros, evitar los premios y los castigos permitiendo que el niño aprenda a hacer las cosas bien porque debe hacerlo y no por un beneficio venidero, de esa misma forma se da cabida al error para que el mismo niño vea si ha hecho bien o mal y permita un crecimiento en su desarrollo personal e intelectual.
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Un elemento siempre presente en el método Montessori es dar espacio, tiempo y oportunidad para equivocarse y solucionar, así se va creando autonomía, estima personal y ganas de aprender más y más. De esta forma vemos que aplicarle en casa no es para nada difícil y es sin duda una herramienta eficaz de la que no nos arrepentiremos y satisfaremos oportunidades de aprendizaje que antes obviamos y simplemente pasábamos por alto.
