El accidente nuclear en la central de Vladímir Ilich Lenin en la ciudad de Chernóbil en Ucrania ocurrió entre el 25 y 26 de abril de 1986. Veamos diez datos básicos para entender mejor el suceso histórico y ver como la radiación química tiene un gran poder que puede hacernos mucho daño en alta exposición. Veamos diez datos elementales del hecho:
• Este es uno de los mayores desastres medioambientales de la historia.
• El 25 de abril, tal y como se hacía normalmente, se programó el mantenimiento de rutina de uno de los reactores nucleares.
• Los trabajadores incumplieron el protocolo de seguridad, haciendo que finalmente el núcleo explotase y expulsase material radiactivo.
• La cantidad de dióxido de uranio, carburo de boro, óxido de europio, erbio, aleaciones de circonio y grafito expulsados, materiales radiactivos y/o tóxicos, que se estimó fue unas 500 veces mayor que el liberado por la bomba atómica arrojada en Hiroshima en 1945.
• A pesar de la muerte de dos empleados en la explosión, así como de la hospitalización de otros trabajadores y los bomberos, no se procedió a la evacuación de los habitantes de las zonas cercanas a la central, como la cercana ciudad de Prípiat.
• En un primer momento los soviéticos negaron el accidente ante el mundo, pero acabaron admitiéndolo el 28 de abril. Finalmente, la URSS evacuó a 335.000 personas y determinó una zona de exclusión de 30 kilómetros alrededor del reactor.
• En los años posteriores más de 6.000 niños y jóvenes desarrollaron cáncer de tiroides por la exposición a la radiación.
• El impacto en la flora y fauna circundantes fue desastroso.
• Meses después del accidente, una zona de alrededor de la central recibió el nombre de «Bosque Rojo». La razón es que muchos árboles tomaron este color por haber absorbido altos niveles de radiación, y murieron.
• Ahora que han transcurrido 30 años, los científicos afirman que la zona alrededor de la antigua central nuclear no podrá ser habitable hasta dentro de como mínimo 20.000 años. Los restos del reactor se encuentran en el interior de una gran estructura de acero de contención que fue fabricada a finales del año 2016. Las labores de limpieza continuarán hasta el 2065.
El accidente nos permite hacer una reflexión constante sobre este tema y nos enseña como la radiación puede afectar al ser humano en niveles extraordinarios y que en ocasiones obviamos.
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