El relato plantea la existencia y toma de decisiones por parte de Hatuey, un gran cacique de la tribu de los taínos que huía de los invasores que los buscaban. Hatuey decide rogar a sus dioses y a cambio les entrega todo el oro de su tribu que a su vez permitía que los invasores no les persiguiesen con tanto furor ya que Hatuey sabía que los buscaban por su oro. Hatuey temía a la imposición de un dios extranjero y estaba preparado para la contienda. El día llegó y una carabela llegó para enfrentarlos, de pronto un perro llega y muerde la pantorrilla de Hatuey y este ve como su tribu es vencida. De pronto llega un fraile y le habla a Hatuey de Dios, del cielo y del futuro de los bautizados en el cielo. Hatuey le preguntó al fraile si en el cielo estarían los cristianos, al momento en el que el fraile le responde de forma positiva, Hatuey dice que jamás estaría en un lugar donde estuviesen los cristianos.
Vemos como este relato nos habla de sometimiento y de invasión extranjera sobre los pueblos originarios de América, pero también nos muestra las diferencias culturales y el peso de la religión en la mente de las personas. Podemos corroborar que los seres humanos estamos siempre atentos a querer saber más de nuestra procedencia, el futuro y el poder sobrenatural. Confieso que al leer el relato me encontré con diversos momentos en los que cuestionaba la decisión de parte y parte, pero entiendo que hace parte de la historia de las civilizaciones y la belleza de la diversidad. Recomiendo a todos leer este relato y en cada lectura podemos dar otra mirada sobre la misma historia, eso es maravilloso.
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