Dos Naciones civilizadas miembros de la celebre, histórica e imponente Unión Europea que se ven en disputa por asuntos que bien son de años coloniales, fechas que hoy tardías pero para nada innecesarias llegan para continuar ademas de esfuerzos por la soberanía sobre un territorio, el respeto por los connacionales de ambas patrias en la zona que ubicada al punto máximo sur de España pertenece al lejano, por lo menos desde esa localidad, Imperio Británico (Nótese que el término Imperio no es despectivo es el nombre oficial que mantiene el país para asuntos de soberanía, entidad de control y poder estratégico en el mundo desde épocas inmemoriales y que mantiene en la actualidad). Las acusaciones que lanzan de país a país como enfrentamiento de niños por un elemento en cuestión se hace agudizante al punto que se es mas gibraltareño para muchos que británico y mas isleño en pro de una mejora socioeconomica que defensor de una bandera como tal. Los intereses de ambas naciones están en juego, por Reino Unido el derecho legitimo y sin dudas a gozar del privilegio de su zona y de España ademas de reclamar el territorio como suyo, el derecho y pleno goce a permitir a sus civiles de trabajar en esta zona con total libertad y a su vez que en Gibraltar se reconozca entre otras cosas el aporte español a su economía y los innumerables casos de contrabando e ilegalidad que acontecen allí muchas veces a costas de españoles,no en todo caso, pero realmente el asunto en gibraltar es muy amplio y vale la pena detallar mas, aquí un análisis.
Como ya es costumbre en algunas de mis notas periodísticas no dejo de citar la info tomada en su totalidad de BBC sin lugar a dudas el medio que me parece mas independiente, desligado de preferencias y que nos ayuda a entender a cabalidad y de mejor forma lo que sucede en estas tierras.
Trescientos años después de que España cediera Gibraltar a Reino Unido, las tensiones entre los países resurgieron en una disputa detonada, aparentemente, por un arrecife artificial y por los altos costos de mantener la vigilancia fronteriza. Los reclamos entre una parte y otra incluyen la visita de barcos de guerra, acciones legales y amenazas de llevar el asunto a instancias internacionales.
Reino Unido siempre ha insistido en que Gibraltar es legalmente británico, mientras que el gobierno español insiste en que el territorio debe volver a su propiedad. Conozca los detalles de los alegatos jurídicos, históricos y geográficos de cada una de las partes.
La tensión diplomática entre España y Reino Unido subió de tono en los últimos días en torno a Gibraltar, el territorio británico situado en el sur de la Península ibérica.
Por un lado, Gibraltar y el gobierno británico han presentado quejas por las filas de hasta siete horas en la frontera que generan los registros españoles.
Por otro, pescadores españoles han denunciado el lanzamiento de bloques de cemento desde Gibraltar a las aguas en las que faenan.
Y este domingo saltaron todas las alarmas después de que el canciller español advirtiese en una entrevista que España podría implantar una tarifa de 50 euros (más de US$66) para entrar y salir de ese pequeño territorio británico.
España cedió el peñón de Gibraltar -un pequeño territorio en el sur de la Península Ibérica- a Reino Unido en 1713. Desde entonces, reclama su soberanía.
Esta no es la primera vez que hay problemas en torno a la frontera de 1,2 kilómetros entre ambos territorios que estuvo cerrada durante buena parte de la década de 1970 y el principio de la de 1980. Mientras que los vuelos entre ambos territorios se reinstauraron en 2006 tras una prohibición de décadas.
La nueva crisis en Gibraltar se hizo patente desde fines de julio cuando el gobierno británico comenzó a manifestar "serias preocupaciones" a España por las largas colas en la frontera que provocaban los registros de vehículos.
Gibraltar asegura que en los últimos fines de semana España ha creado retrasos "deliberados" de hasta siete horas en las filas de vehículos que tratan de entrar o salir de su territorio.
La queja británica se produjo después de que el gobierno gibraltareño denunciase incursiones de barcos pesqueros españoles en sus aguas territoriales.
España defiende que en esos controles sólo "cumplen con su deber de vigilar sus fronteras" ya que Gibraltar no forma parte del espacio comunitario europeo.
Ese argumento no impidió que el pasado viernes Reino Unido llamase a consultas al embajador español en Londres para dar explicaciones sobre las largas filas.
Días antes, las autoridades gibraltareñas enviaron a la Comisión Europea un informe en el que se quejaban de la actuación de España.
Las últimas tensiones llegan después de que Gibraltar comenzara unos trabajos en un arrecife artificial que España considera que va contra los intereses de sus pescadores.
De hecho, Madrid denunció esta semana el vertido de 70 bloques de hormigón en aguas que rodean el Peñón y que, aseguran, han perjudicado a los pescadores que faenan en la zona.
Londres considera las aguas del Peñón como británicas, pero España las ve como propias y alega que el Tratado de Utrecht de 1713 solo admite la soberanía gibraltareña sobre las aguas del puerto.
El canciller español, José Manuel García Margallo, aseguró en una entrevista publicada el domingo por el diario ABC que su gobierno estudia tomar medidas retaliadoras como cobrar a quien entre al territorio británico.
"Se ha acabado el recreo", dijo García Margallo a ABC al hacer referencia a la época del excanciller español Miguel Ángel Moratinos, del opositor Partido Socialista, que, a su juicio, "cedió" en la relación con Gibraltar.
García Margallo afirmó que los controles que hace España en la verja de Gibraltar "son legales" y adelantó que "va a haber más".
Además, explicó que el gobierno español se plantea "crear una tasa de 50 euros para entrar y 50 euros más para salir" de ese territorio y que la recaudación se podría destinar a ayudar a los pescadores españoles.
"Esa recaudación nos vendría muy bien para ayudar a los pescadores damnificados por la destrucción de los caladeros", apuntó.
No obstante, el canciller insistió en que los controles fronterizos no tienen que ver con la disputa pesquera.
Asimismo, dijo que España podría tomar otras medidas que, aseguró, le corresponden como estado miembro de la Unión Europea, como hacer investigaciones para controlar posibles "irregularidades financieras" de ciudadanos gibraltareños que tienen propiedades en España e incluso cerrar el espacio aéreo de España a los aviones que se dirigen a ese territorio.
Por su parte, los pescadores de la Bahía de Algeciras, en la provincia de Cádiz, -fronteriza con Gibraltar- le pidieron al gobierno gibraltareño que "retire los bloques de hormigón" que, aseguran, lanzaron recientemente a la zona del caladero en el que faenan.
Según le dijo el patrón mayor de la cofradía de pescadores de La Línea, Leoncio Fernández, a la agencia Europa Press, esos bloques han "perjudicado notablemente las tareas de pesca" de los barcos que acuden a faenar a esa zona.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Reino Unido aseguró que pedirá una explicación a España, luego de los informes de que el gobierno español está considerando represalias contra Gibraltar.
Un portavoz de la cancillería aseguró que Reino Unido no va a comprometer su soberanía sobre Gibraltar, pero que cualquier diferencia con España se resolverá por la vía diplomática.
"Nuestras diferencias con España sobre Gibraltar se resolverán por medios políticos a través de nuestra relación con España como socios en la UE, no a través de medidas desproporcionadas como los retrasos en la frontera que hemos visto durante la semana pasada", indicó la Cancillería británica en un comunicado.
"Tenemos muchos intereses en común con España y queremos seguir teniendo una relación fuerte en todos los niveles con el gobierno de España", agrega el texto en el que las autoridades británicas explican que pedirán una explicación sobre las informaciones que hablan de las posibles represalias.
El ministro jefe (el equivalente a primer ministro) de Gibraltar, Fabian Picardo, emitió un comunicado en el que califica las declaraciones del canciller español al diario ABC de un "despotrique beligerante".
Las declaraciones, dijo Picardo en un comunicado emitido este domingo, "son las más retrógradas y amenazantes desde antes de que la frontera se cerrase y recuerdan claramente a las políticas y las tácticas empleadas por el régimen fascista de Francisco Franco en los 50 y los 60".
El ministro jefe gibraltareño se refería así a la decisión de la España de Franco de cerrar la frontera de 1,2 kilómetros que separa a ese país de Gibraltar en 1969. Entonces, Madrid cortó las comunicaciones y el transporte.
La frontera se mantuvo cerrada durante toda la década de los 70 y el principio de los 80 por la disputa sobre el estatus del territorio. En 1982 abrió para los peatones bajo algunas condiciones, hasta que tres años después (en 1985) se produjo la apertura definitiva.
El posible impuesto a la entrada y salida del territorio gibraltareño al que se refirió el canciller español afectaría tanto a los gibraltareños como a quienes cruzan la verja para trabajar y a los turistas, por lo que la posibilidad de tener que pagar no ha sido bien recibida por los vecinos.
Amber Lyons, una joven gibraltareña de 21 años, asegura que miles de personas que trabajan a ambos lados de la frontera serían perjudicadas.
"Mi novio vive justo al otro lado de la frontera, así que sí tendría que pagar 100 euros cada vez que lo vaya a ver", explica Lyons, cuyos abuelos también viven del lado español. "No me lo podía creer cuando lo oí. Con seguridad va contra los derechos humanos", afirma.
MAPA DE GIBRALTAR
El territorio en disputa
La pregunta difícil | La visión española | La visión británica |
¿Quién lo ha tenido más tiempo?
| Desde el 711 A.C. a 1462, Gibraltar estuvo bajo dominación musulmana, al igual que la mayor parte de España. España (inicialmente Castilla) controló el territorio desde 1462 hasta 1704. Su condición política entre 1704 y 1713 fue la de un territorio ocupado por las fuerzas aliadas anglo-holandesas durante la Guerra de Sucesión Española. Su condición de soberanía entre 1713 y 1880 fue la de un territorio tomado por derecho de conquista, pero legitimado en la forma de una cesión a los británicos (Artículo X, Tratado de Utrecht, 1713, Anexo I). | Las fuerzas anglo-holandesas capturaron la fortaleza de Gibraltar en 1704, durante la Guerra de Sucesión Española. Más tarde, la cedieron formalmente a los británicos a perpetuidad bajo el artículo X del Tratado de Utrecht en 1713. El territorio de Gibraltar fue designado como colonia de la Corona británica en 1830 y catalogado como tal por Naciones Unidas en 1946. En 1964, se introdujo la Constitución de Gibraltar y se promulgó en 1969, estipulando que su condición de soberanía no se puede cambiar sin el consentimiento del pueblo de Gibraltar. |
¿Cuál es su situación geográfica?
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¿Cual es su situación jurídica?
| España cree que Gibraltar fue tomada en el contexto de una disputa dinástica española y reclama a Reino Unido la soberanía sobre la península entera. También insiste en que la cesión en el Tratado de Utrecht de 1713 no incluía el istmo con el aeropuerto y las aguas territoriales. España cita el principio de la integridad territorial de la Asamblea General de las Naciones Unidas, mediante la Resolución 1514 (XV) - que dice que "todo intento encaminado a quebrantar total o parcialmente la unidad nacional y la integridad territorial de un país es incompatible con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas". También argumenta con dos resoluciones aprobadas en la década de 1960 bajo los Principios de Descolonización - (2231 (XXI), Cuestión de Gibraltar y 2353 (XXII), Cuestión de Gibraltar), que indican que la unidad nacional y la integridad territorial tienen prioridad sobre el derecho de Gibraltar a la libre determinación. | Reino Unido señala que Gibraltar fue cedido por España mediante el Tratado de Utrecht de 1713, dándole "la plena y entera propiedad de la ciudad y castillos de Gibraltar, juntamente con su puerto, defensas y fortalezas que le pertenecen, dando la dicha propiedad absolutamente para que la tenga y goce con entero derecho y para siempre, sin excepción ni impedimento alguno”. Además cita la longevidad de la ocupación y sostiene que el principio de la integridad territorial de Naciones Unidas, según la Resolución 1514 (XV), no anula el principio de la libre determinación. En la misma resolución dice: " Todos los pueblos tienen el derecho de libre determinación. En virtud de este derecho establecen libremente su condición política…". "Gibraltar es mucho más grande de lo que era en 1713 –algo de la pista de aterrizaje y las viviendas en la zona oeste están construidas sobre terrenos ganados al mar y el Tratado no dice nada sobre terrenos ganados al mar o aguas territoriales", afirma Chris Grocott, profesor de historia económica en la Universidad de Leicester. |
¿Qué pasa con la autodeterminación?
| España también hace mención a dos resoluciones aprobadas en la década de 1960 bajo los Principios de Descolonización que no reconocen el derecho de Gibraltar a la libre determinación. Dice que la Resolución 2231 se centra en los "intereses" y no en los "deseos" de los habitantes de Gibraltar. Gerry O'Reilly, catedrático de geografía y asuntos internacionales en la Universidad de Dublin City, explica que -hasta la década de 1990- España consideró a la población de Gibraltar más como "una comunidad creada artificialmente desde 1713 a partir de orígenes heterogéneos por los procesos coloniales", que como indígenas, por lo que creyó que no cumplía con los criterios para cualquier forma de nacionalismo que se pudiera interpretar como dar un derecho a los principios "nacionales" de la libre determinación de Naciones Unidas. Sin embargo, desde 2002 España ofreció al pueblo de Gibraltar una situación constitucional de región-comunidad autónoma dentro del Estado español, dice. |
En 1967 se llevó a cabo un referéndum en Gibraltar que pedía a España y Reino Unido tener en cuenta los "intereses" de los habitantes de Gibraltar. En él 12.138 de los 12.237 votantes eligieron "voluntariamente mantener sus vínculos con Reino Unido". El referéndum fue condenado por la Asamblea General de Naciones Unidas y no fue reconocido por ningún organismo internacional o Estado. Reino Unido promulgó el Decreto constitucional de Gibraltar en 1969, en la que se declaró que: “el Gobierno de Su Majestad nunca concertará acuerdos en virtud de los cuales el pueblo de Gibraltar pase bajo la soberanía de otro Estado contra sus deseos expresados libre y democráticamente".
La opinión de Gibraltar: En el referéndum sobre la soberanía de 2002, los votantes rechazaron abrumadoramente el plan para compartir la soberanía sobre Gibraltar entre Reino Unido y España. Gibraltar considera que Reino Unido le dio el derecho de autodeterminación en 1960, y que la Carta de las Naciones Unidas consagra el derecho a la libre determinación de todos los pueblos coloniales.
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¿Qué pasa con Ceuta y Melilla?
| España dice que la situación en Ceuta y Melilla es completamente diferente a la de Gibraltar. Ambos territorios son parte de la propia España, no una colonia como Gibraltar. Ambos han estado en manos de los españoles desde el s. XVI, siglos antes de que el estado moderno de Marruecos naciera. España los reclama por razones históricas, por razones de seguridad nacional y por los principios de integridad territorial de Naciones Unidas. Hace hincapié en que la mayoría de los residentes son españoles. Pero O'Reilly asegura que cualquier solución duradera sobre las cuestiones de soberanía de España y Reino Unido también debe reconocer la controversia territorial española-marroquí en la costa sur. Para Marruecos, la resolución de la cuestión anglo-española debe sentar un precedente para una resolución de la disputa de soberanía española-marroquí en relación con las Plazas. | España conserva cinco territorios en el norte de África -Ceuta, Melilla, Peñón de Vélez de la Gomera, Alhucemas y las islas Chafarinas. Ceuta y Melilla son los más famosos. Ambos son reclamados por Marruecos, que ha comparado la situación a la reclamación de España por Gibraltar. Ambos territorios se encuentran en la costa marroquí. La población de ambos Ceuta y Melilla desean permanecer españoles. Marruecos sostiene que se deben aplicar los principios de Naciones Unidas de la descolonización, que las bases militares españolas localizadas allí amenazan la seguridad marroquí, y que también se aplican los principios de integridad territorial de Naciones Unidas. Pero, a pesar del fuerte paralelismo, Reino Unido no trae a colación Ceuta y Melilla para reforzar el caso de la continuación del status quo de Gibraltar. |
¿Existen otras razones subyacentes?
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Algunos han sugerido que España está tratando de desviar la atención de sus propios problemas económicos o de usar las posibles nuevas restricciones como moneda de cambio. España lo niega.
Ha acusado a Gibraltar de ser un paraíso fiscal empresarial, permitiendo a las empresas y a individuos ricos evitar el pago de millones. España también cree que la frontera ha abusado y drenando recursos españoles.
El contrabando -de cigarrillos, en particular- es uno de los mayores problemas, tal y como la presunta elusión de los impuestos de residencia españoles.
Los derechos de pesca son otro punto de descontento, y ambas partes se quejan de las incursiones. | Aunque Gibraltar es pequeña, es de importancia estratégica, justo en la boca del Mediterráneo. O'Reilly sostiene que su ubicación en el estrecho le da acceso a una de las tres arterias más importantes del mundo en cuanto a la navegación comercial, el transporte de petróleo y el transporte para usos militares. La base militar de Reino Unido ha sido históricamente de gran importancia -controló prácticamente todo el tráfico naval dentro y fuera del mar Mediterráneo y del Atlántico en la II Guerra Mundial. El astillero naval alguna vez dominó la economía. Pero según Grocott, ahora Gibraltar tiene menos importancia militar. El turismo es uno de los cuatro sectores que dominan la economía actual -y la mayoría de los visitantes llegan de Reino Unido. Le sigue el sistema de impuestos que ha atraído a empresas de servicios financieros. |
¿Qué dicen los líderes?
| El presidente del gobierno español Mariano Rajoy ha dicho que espera que las conversaciones con Reino Unido terminen con la actual discusión sobre Gibraltar, pero que está dispuesto a "tomar medidas legales para defender los intereses de los ciudadanos españoles". En tanto, el ministro español de Relaciones Exteriores, José Manuel García-Margallo ha declarado que "se acabó la fiesta". García Margallo amenazó con cobrar a los automovilistas US$66 (50 euros) para cruzar la frontera, imponer restricciones de vuelo e investigar la situación fiscal de 6.000 gibraltareños que tienen propiedades en España. En ocasiones recientes, nuevos y rigurosos controles fronterizos han provocado filas de seis horas. También ha habido informes de que España puede llevar el caso a Naciones Unidas. |
El primer ministro David Cameron ha dicho que está muy claro que Reino Unido "siempre va a defender a la población de Gibraltar".
Dijo que una conversación telefónica mantenida con el presidente del gobierno español Mariano Rajoy sobre los retrasos por los controles fronterizos en Gibraltar fue "constructiva" y que lo había llamado debido a "serias preocupaciones". La opinión de Gibraltar: el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, ha acusado a España de hacer "ruido de sables” considerando sus declaraciones como algo "que uno escucharía de Corea del Norte". |
¿Qué dicen los analistas?
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El diario ABC -al igual que muchos otros periódicos españoles- fue receloso acerca del reciente envío de tres barcos de guerra británicos a Gibraltar, a lo que llamó "una base naval que justifica una colonia". En el artículo señala la fuerza de la presencia militar británica y la oposición gibraltareña a las acciones españolas. Por su parte, el periódico El Mundo dice que las largas colas en la frontera también están afectando a las personas que viven en la ciudad fronteriza española de La Línea, especialmente aquellos cerca del puesto fronterizo. Después de un fin de semana "relativamente tranquilo", se espera que las tensiones se incrementen a medida que los turistas acudan en masa hacia Gibraltar y los buques de guerra despunten en el horizonte.
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La analista del diario británico Financial Times, Kiran Stacey, dice que el conflicto es un recordatorio de las fricciones que pueden causar las restantes colonias británicas con los aliados y los dolores de cabeza en Cancillería. "Gibraltar es único en su potencial de causar conflictos con un aliado de la UE", dice. Y no debe llegar a una etapa que infecte todas las otras partes de la relación bilateral. El periódico The Economist cree que esta última confrontación impedirá un acuerdo por otra generación.
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Créditos: BBC Mundo
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